No empezaba el año 2022 y ya lo estaban enmarcando en un año de elecciones, una herencia del 2021 que se empezó a crecentar debido a como se venía agitando el tema político en medio de la crisis del covid 19, pues este año no solo será político también deportivo, cuando se terminen las eliminatorias y se conozcan las selecciones invitadas al máximo campeonato de fútbol Mundial en Catar 2022.
El agite político es lo máximo que se realizará en nuestro país enmarcadas en marco polémico de lo que se viene gestando con el tema de los partidos políticos, el ambiente, las participaciones, los candidatos, los escaños, las curules y en fin, un festival o mejor como en un mercado persa, donde se mueve la cosa política y creo que habrá de todo para tener en cuenta y yo creo que los músicos vamos a estar metidos en esa colada,
Pero ahora son a otro tinte, a otro color, eso que se decía ante, de color hormiga no es nada comparado con lo que se viene ahora en este año, los políticos tendrán que emplearse a fondo para convencer a los incrédulos creyentes no va a pasar lo mismo que antes donde se criticaba a los candidatos de corrupción, pero salían elegidos por dichas para corporaciones electorales sin ningún problema para sentarse en las curules.
Ahora si el gobierno no se pone las pilas se verá la mano negra en elecciones y la corrupción el tradicional problema de los colombianos tocará fondo como en otros años, pero jamás se supo ni salió a flote lo que hicieron los mal llamados padres de la patria para pasar un escaño y enrolarse en las filas del congreso, pero hoy por hoy todo se sabe y todo saldrá a flote y sabrá todo el mundo de lo que van a hacer en estas elecciones en Colombia.
Los que dicen que se las saben todas tendrán que aprender aún más de política y política en un diccionario dice: Arte de engañas al electorado y los políticos de oficio tendrán que emplearse a fondo para poder llegar a la meta que es el congreso, pero el pueblo después de más de 200 años de república, de campañas electorales memorables ahora serán de grueso calibre, el pueblo ya no traga entero, ya no se dejará pintar pajaritos en el aire.
Ni mucho menos se dejará meter los dedos a la boca y enlazarlos como borreguitos para llevarlos al corral y después darles matarile, no señor, pero todavía hay unitos que todavía se les va las lágrimas cuando escuchan un discurso de un personaje de controversia y se dicen llamar gente de bien, no voy a dar más detalles y, que afortunadamente ya son muy pocos los que quedan, pues el tiempo y la mala política les están cobrando factura.
Todo esto está más enredado que anzuelos en un costal y más divididos que atados de canela, como decía una vecina, pero el asunto de la política ha dicho y dará que decir en un país de politiqueros de oficio, que hasta su tercera generación lo está haciendo, pidiendo pista para aterrizar en el palacio presidencias y del congreso. Vamos a ver qué pasa en estos 300 y tantos días que faltan en este año politiquero de oficio.
Por: Miguel Hernandez.

