Provengo de Cali, una ciudad en la que en cada barrio hay un consultorio de adivinos y adivinas, quienes proclaman tener poderes para hacer regresar al ser amado en cuatro días, identificar a quienes nos están haciendo mal, encontrar guacas y vaticinar el futuro.
Alguna vez, debido a la elaboración de un informe periodístico tuve un estrecho contacto con una gran cantidad de estos personajes que siglos después le hacen la competencia a Nostradamus, el vidente más famoso de la historia, y pude darme cuenta que la mayoría de ellos y ellas no eran más que charlatanes que se aprovechaban de los incautos. Pero debo reconocer que encontré a unos pocos y pocas, que, en verdad, parecían tener cierta y, en algunos casos, mucha percepción extrasensorial.
Valga este preámbulo para decir que en estos primeros días del año estamos en Pasto, Nariño, Colombia y en el mundo entero en temporada de vaticinios sobre lo que nos va a deparar este 2022.
En ese sentido, aparte de las profecías de Nostradamus, suficientemente promocionadas y que se prestan a múltiples interpretaciones, llaman la atención las predicciones, un poco más claras y concretas de la vigente búlgara Vangelia Pandeva Dimitrova, más conocida como Baba Vanga, quien murió en 1996 y es recordada como una mujer mística, amante de la naturaleza, quien perdió la visión al ser arrastrada por un tornado, que le llenó sus ojos de tierra y arena, pero a partir de ese momento le llegaron sus poderes sobrenaturales, que se decía, le permitían comunicarse con los muertos.
A ella se le atribuye haber vaticinado el tsunami de 2004, en el que más de 300 mil personas perdieron la vida, los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre, la elección de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos e inclusive la aparición del Covid-19, en una serie de vaticinios que van hasta el año 5079
Lo que de verdad nos asusta, son sus profecías para este 2022 puesto que, como si no tuviéramos suficiente con la pandemia de Covid-19, dice que este año a consecuencia del derretimiento de los glaciares por el calentamiento global, se descubrirá un virus mortal congelado en Siberia y sobre el particular manifestó que “quienes escapen de los desastres naturales, morirán de una enfermedad horrible”.
También aseguró que en el 2022 ocurrirán terribles catástrofes naturales: terremotos y tsunamis, como el del 2004, los que afectarán a varios países del Asia y a Australia.
Aseveró, además, que en grandes ciudades se empezará a presentar una gran escasez de agua potable por la contaminación de los ríos, a la vez que señaló que una plaga de langostas devastará los cultivos en la India.
Finalmente pronosticó que en este 2022 dominará la realidad virtual, lo cual es evidente ante la gigantesca adicción a las pantallas que se observa en todo el mundo.
POR: JORGE HERNANDO CARVAJAL PÉREZ

