Ser artesano es una pasión que se lleva en la sangre, dice el artesano Luis Alberto Erazo Argoty y con esa frase nosotros estamos seguros que refleja el sentir de todas sus colegas en nuestro departamento de Nariño, en una profesión que en nuestro medio pasa de generación en generación.
A ellos no les importa recurrir a toda clase de sacrificios, afrontar penurias y dificultades con tal de ser protagonistas del Carnaval de Negros y Blancos, tradicionales fiestas de Pasto consideradas entre los mejores festejos populares de Colombia y el mundo.
Ello se pudo comprobar en esta edición 2022, que siguió siendo atípica a consecuencia de la pandemia de Covid-19, motivo por el cual en esta oportunidad tampoco se pudo realizar el Desfile Magno del 6 de enero que, como todos lo sabemos, se constituye en uno de los actos de mayor trascendencia de los festejos.
«Ser artesano es una pasión que se lleva en la sangre, dice el artesano Luis Alberto Erazo Argoty, y con esa frase nosotros estamos seguros que refleja el sentir de todas sus colegas en nuestro departamento de Nariño, en una profesión que en nuestro medio pasa de generación en generación».
Sin embargo, gracias al denodado interés de la Administración municipal, en cabeza del alcalde Germán Chamorro de La Rosa, de sacar adelante el Carnaval de Negros y Blancos 2022, fue que se gestó la magnífica idea del Pasaje del Carnaval en la carrera 27, donde hasta mañana podremos admirar las carrozas que nacieron de las habilidosas y mágicas manos de nuestros artesanos en una esforzada labor que se prolongó durante meses y semanas, en las que a estos maravillosos maestros no les importó la incertidumbre que existía en torno a la realización de las fiestas para iniciar con el mayor entusiasmo y dedicación la elaboración de sus motivos.
Por este motivo fueron conmovedoras las imágenes que se pudieron observar en las calles de Pasto, con los artesanos y sus ayudantes, transportando sus carrozas en horas de la madrugada y en medio de la lluvia, con el propósito de llegar a tiempo al sitio de la exhibición, que de esta manera se convirtió, por primera vez en la historia de las fiestas, en el epicentro del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto.
Para esto hasta momentos antes, rodeados de pinturas, hierros y moldes de diferentes materiales, ellos estuvieron en sus talleres dándoles los últimos toques a sus obras de arte, en una angustiosa, pero a la vez, emocionante carrera contra el tiempo.
Muchos de nuestros artesanos que hoy exhiben con un merecido orgullo sus carrozas en la carrera 27 son veteranos que han participado 10, 20 o 30 veces en el Desfile Magno del 6 de enero y que en este 2022, a pesar de que no podrían desfilar por las calles, como hubiera sido su anhelo, presentan sus coloridas creaciones en la Carrera 27, donde son admiradas día a día por miles de personas.
Son personas que llevan años y años en su profesión de artesanos en una labor en la que tienen que invertir tiempo y dinero y que muchas veces no les deja sino la satisfacción de haber sido protagonistas de las fiestas, puesto que en la mayoría de los casos las retribuciones o premios que reciben por su participación son muy inferiores a la gran inversión que han tenido que hacer para elaborar sus motivos.
De allí el reconocimiento que hoy queremos hacerle a Edwin Ramos, Andrés Barrera, Diego José Caicedo, Carlos Alberto Mena, Michael Delgado Paz, Luis Alberto Erazo Argoti, Almir Erazo, José Obando, Oscar Chicaiza, William Camilo Arteaga, Armando Javier Galindez, Edgar Arley Ortega, Felipe Segundo Eraso, José Revelo Salazar, Holman Cabrera, Jorge Freire, Fabián Arturo Ruano, José Armando Ruano, Jorge Arturo Díaz, Albert Toro Coronel, Franklin Melo y Carlos River Insuasty, puesto que ellos son el alma de nuestras fiestas.