Para mejorar la producción de cacao se ha desarrollado una estrategia que además de mejorar la maquinaria le apuesta a la atención integral.
Una de las economías más importantes de la costa pacífica nariñense es la producción de cacao, por dicho motivo se vienen realizando procesos de acompañamiento y formación a las familias que se dedican a trabajar este producto, con el fin de reconocer su labor y propiciar el relevo generacional, para evitar la pérdida del conocimiento de técnicas y procesos de realización.
La Fundación Chocolates Tumaco, hace parte de una de las empresas más importantes de este producto, encabezada por Hermes Klinger, que le ha apostado a mejorar la producción a través de la implementación de una novedosa estrategia, que consiste en generar procesos laborales óptimos y un acompañamiento permanente a los trabajadores de este gremio y su familia, según lo manifestado, si el trabajador posee todas las garantías en su vida la producción será mucho mejor.
“La fundación va más allá de nuestra labor empresarial, esta posee un componente social, ambiental y de asistencia técnica bastante fuertes, que no solo se concentran en los procesos productivos sino en la atención integral al productor de cacao y sus familias”, manifestó Hermes.
Relevo generacional
Una de las apuestas de la fundación es generar un relevo generacional entre los productores de cacao y sus familias con el objetivo de evitar que se pierdan los conocimientos y tradiciones frente a los procesos necesarios para el cultivo de este producto, por ello han desarrollado la Feria Choco Kids, proyecto que acompaña y forma a niñas y niños de los consejos comunitarios de Caunapí, Rescate Las Varas, Tablón Dulce y Tablón Salado.
El desarrollo de esta feria estuvo acompañado de la Secretaría de Agricultura, Pesca y Desarrollo de Tumaco, en cabeza de Edward Vélez, con el objetivo de demostrar su compromiso con el gremio cocotero que es uno de los más representativos de esta región.
“El programa Choco Kids busca incentivar en los niños de 8 a 12 años estos procesos productivos, apoyarlos y darles una corta fonación en cacao, también estamos trabajando la posibilidad de formar escuela de jóvenes, es decir con personas mayores de 18 años, para que se involucren y tengan esa experiencia y amor al cultivo, mezclado con las nuevas tecnologías”, concluyó Klinger.