El equipo Unión Pacífico Sur (UPS) de Tumaco merece toda nuestra admiración, debido a que fue fiel embajador de Nariño en el Torneo de la Primera C, en donde logró el subcampeonato después de perder la final ante Filipenses Fútbol Club de Turbo (Antioquia).
Tuve la oportunidad de acompañar mediante mis transmisiones en vivo al representativo tumaqueño desde el primer encuentro y hasta el final. Doy fe del gran sacrificio que llevaron a cabo sus dirigentes, entrenadores y jugadores para cumplir con este tremendo papel.
En cuanto al primer aspecto, hay que darle méritos a Pablo Emilio Zuluaga, quien como presidente del club desde un comienzo le apuntó a lo más grande, acompañado por varios líderes deportivos de la región, a pesar de que la parte económica fue de difícil manejo, simplemente porque los cotos de participación fueron elevados.
El trabajo del entrenador Daniel Campaz fue brillante, respaldado por el asistente Arturo Arizala, el preparador físico Pablo Bonilla, el preparador de arqueros, Deiber Hernández y el sicólogo David Castro, entre otros
«La brillante campaña de Unión Pacífico Sur en el Torneo de la Primera C debe servir para fortalecer la idea de pedir un espacio en el fútbol profesional, algo que Tumaco lo merece».
Respecto a los jugadores, con el transcurrir de las fechas se miró un crecimiento en ellos, especialmente en los más jóvenes que merecen tener un chance en un equipo profesional como el Deportivo Pasto. Menciono al defensor César Vergara (21 años), el volante Duván Campaz (21), los extremos Edwin Estupiñán y Diego Angulo (22), así como el atacante Alexander Longa (20 años).
El Torneo de la Primera C merece que se establezca el ascenso inmediato al profesionalismo. Tumaco y la costa pacífica nariñense que han sido verdaderas cunas del fútbol, tendrían el derecho de contar con un representativo en la categoría profesional.
La Difútbol al mando de Álvaro González Alzate que ha engordado sus arcas gracias al fútbol aficionado, hizo una inversión mínima para esta competición. Es ridículo que la citada entidad haya cobrado una inscripción de 5 millones y medio para cada club, con lo cual se recogieron más de mil millones de pesos, además de los dineros que se recaudaron por patrocinio para el torneo. La premiación fue de 300 millones de pesos para repartirla con los tres primeros lugares. Solo gastaron el traslado de los árbitros, que antes de la semifinal fueron viajes cortos, ya que solo eran de la región.
Esa situación debe cambiar, por eso, apoyamos al señor Andrés Guapacha, quien gracias a la Asociación de Clubes Aficionados, hubo esa presión para que volviera la Primera C y ahora lucha para que esa categoría sea de ascenso.
Por: Hernán Insuasti Gonzales (Acord)

