Porque todos somos familia
Las imágenes y videos que llegan de los rincones más alejados de Nariño, golpeados por la cruda ola invernal que estamos viviendo, no nos puede dejar indiferentes.
Lo que primero nos surge como pregunta es ¿dónde están las medidas estructurales para que estos ciclos de sufrimiento no continúen repitiéndose y golpeando especialmente a los más pobres? Es necesaria una mirada seria, profunda y dando el respeto debido a la gente, por parte de todas las instancias gubernamentales: locales, regionales y nacional.
Pero más allá de esto, también es cierto que el dolor de nuestros semejantes nos debe convocar a la movilización solidaria con esos hermanos y hermanas que en distintos asentamientos a lo largo del Patía y otros lados de Nariño se han visto seriamente afectados con la creciente del río y con los deslizamientos.
No nos quedemos sin hacer nada. El espíritu de la Navidad hace el corazón más sensible para compartir con los necesitados. Este es un momento propicio para ello.
La Diócesis de Pasto ha lanzado la campaña “Navidad Solidaria. Porque todos somos familia” para invitar a la generosidad de personas, familias y empresas a hacer donaciones de víveres no perecederos, elementos de aseo de primera necesidad, además de frazadas y colchonetas para apoyar a estos hermanos nuestros. Este tipo de donaciones e incluso en dinero podrán hacerse en el Secretariado Diocesano de Pastoral Social, carrera 25 # 16-74 o en la parroquia más cercana. Mayores informes se entregarán comunicándose al teléfono 315 650 0738.
En el curso de esta semana estaremos celebrando una vez más el misterio del Dios-con-nosotros que desde la fragilidad de un Niño, nacido en un pesebre despojado de las mínimas condiciones, rodeado de los más sencillos, los pobres, los animales, pero con el afecto de María y José. La pobreza del contexto en el que el Hijo de Dios viene al mundo es un mensaje que nos invita en este tiempo a salir a su encuentro abrazando desde la generosidad y el compartir a los más pobres.
Aprovecho la ocasión que tan generosamente me da cada semana el DIARIO DEL SUR para expresar a todos los lectores el deseo de una feliz Navidad con esperanza, y con la alegría que no dejan las fiestas, los regalos y la “cultura del consumo”, sino aquella que no es efímera, porque surge de un corazón que se siente fecundo al salir de la comodidad para ir al encuentro de los más necesitados. Para todos una muy feliz Navidad solidaria, abrazando a los demás como miembros de la familia humana de la cual somos todos parte y nadie debe ser excluido.
Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro