Sí, con ese término es prudente explicar lo que está sucediendo en este momento en Colombia tras la propuesta de castigar a los periodistas que destapen y cuestionen los actos de corrupción de los funcionarios públicos. Es un total atropello en contra del trabajo que han realizado por años los comunicadores sociales y periodistas quienes han gozado de las facultades que la Constitución Política de Colombia les otorga en el artículo 20 cuando se habla de libertad de prensa.
Comparto la posición de voceros de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, quienes señalaron que lo que se pretende aprobar en Colombia es una venganza, si se me permite el termino, en contra de los periodistas quienes han destapado los escándalos de corrupción de este gobierno, especialmente el caso del Ministerio de las Tics con Karen Abudinen.
Esta forma de callar al periodismo investigativo es un exabrupto del Gobierno Nacional quienes se acostumbraron a tirar la piedra y a esconder la mano. Lo anterior hace referencia que en los últimos días el presidente Iván Duque salió a defender la libertad de prensa y a rechazar este proyecto de ley, cuando ellos han sido autores de seguimientos y perfilamientos en contra de diversos periodistas y medios de comunicación que no son estatales y han cuestionado, con argumentos válidos, su nefasto gobierno durante los últimos cuatro años.
El reciente ejemplo es lo sucedido con uno de los noticieros independientes de Colombia quienes recibieron una solicitud de la Fiscalía General de la Nación de revelar algunos archivos, fuentes e investigaciones periodísticas para determinar algunos hechos sucedidos hace 8 años atrás. Esto rayó el límite de persecución, tal como sucede en algunos países en donde la dictadura es más que manifiesta.
Un punto aparte merecen aquellos congresistas que están respaldando esta ley en contra de la libertad de prensa. Ellos, en su gran mayoría integrantes de partidos tradicionales y radicales, están ad portas de cometer un crimen histórico en contra del periodismo. Es por eso que en estas épocas políticas y de elecciones recordemos bien aquellos personajes que le han dado la espalda al país y han atentado en contra de la libertad de prensa de la cual, entre comillas, hemos vivido por muchas décadas.
Y otro punto aparte merecen aquellos incautos que en su respetable posición y libertad temían que nuestro país se convierta en una dictadura si ganaba la izquierda, así como la viven con los vecinos. Para verdades el tiempo y con este tipo de actos queda más que demostrado que no hay necesidad de que la izquierda suba al poder para tener una dictadura disfrazada en un capitalismo (feudalismo) agresivo.
Por: Juan David Galviz Eraso