Jorge Arturo Bravo

Elecciones juveniles, un fracaso

El pasado domingo 5 de diciembre, los jóvenes de Colombia entre los 14 y 28 años de edad, salieron a las urnas a elegir a quienes estarán conformando el Consejo Municipal de Juventud, un organismo no gubernamental creado inicialmente por la Ley 375 de 1997 o Ley de la Juventud; para el caso del municipio de Pasto será el tercer Consejo Municipal de Juventud que se eligió. No el primero, como ignorantemente afirman muchos, incluso el mismo Presidente de la República.

 Si bien es cierto las elecciones resultaron un fracaso por la poca votación, consecuencia de la politiquería, de la pésima organización, de la falta de una verdadera socialización y capacitación de los jóvenes sobre los Consejos de Juventud, para lo cual debió dedicarse al menos unos seis meses y llegar a todos los rincones del municipio; una verdadera lástima y una vergüenza para Pasto, y para Colombia ante el mundo.

 Con estos Consejos Municipales de Juventud se busca que sean ellos, los elegidos, los encargados de gestar sus propios planes, programas y proyectos tendientes a encontrar la solución a sus problemas. Su actuar debe ser libre e independiente, pero como se ven las cosas, no será así, si todos están ya impregnados de la vieja politiquería envilecida y corrupta, pues representan y están apoyados por los diferentes partidos políticos, Liberal, Conservador, Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de la U, etc. Muy pocos fueron los jóvenes independientes, es decir que no representan a ningún partido político.

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Pero no nos digamos mentiras, estas elecciones fracasaron  no solo por la politiquería que se dio desde la promulgación de los diferentes decretos, sino por la incapacidad de nuestros funcionarios locales, para el caso de Pasto, comprometidos con este proceso electoral comenzando por el mismo registrador Jaime Santander, secretario de Desarrollo Comunitario, directora de Juventud y del mismo alcalde, a quienes, en verdad les importa “un carajo” la juventud.

Confiamos que a este Consejo, que se eligió el pasado domingo 4 de diciembre, se le dé la importancia que realmente se merece; se les asigne un buen presupuesto para su funcionamiento y se les entregue un recinto donde puedan sesionar con unas oficinas la altura y la importancia de los jóvenes consejeros.

Por: Jorge Arturo Bravo