El diccionario de la lengua española, dice que: “El término falla varía de acuerdo a su origen etimológico. Cuando la palabra proviene del latín falla, hace referencia a un defecto, falta o incumplimiento: “El pantalón que compre tiene una falla”, “El gol llegó tras una falla del arquero”, “La falla estuvo en la falta de firma del documento”.
Fallamos en múltiples oportunidades, en el trabajo cuando no cumplimos con nuestras obligaciones; en el deporte cuando dejamos de entrenar y desatendemos las recomendaciones del técnico; en el noviazgo o en el matrimonio, cuando ponemos los cachos; en el gobierno cuando privilegiamos únicamente los intereses de nuestros amigos, por encima de los de la comunidad. En fin fallamos, cada vez que no actuamos con ética y ajustados a nuestros principios morales y convicciones.
Hace pocos días, asistí a un funeral y pude observar como sus familiares lloraban, rezaban, cantaban, se secaban las lágrimas y rodeaban el féretro de flores que nunca le dieron en vida. Eso ya no sirve. Los reconocimientos como las manifestaciones de aprecio, tienen que hacerse en vida, porque los muertos ya no ven, no sienten ni huelen. A estas expresiones inoportunas de dolor y tristeza se les denomina falla.
Fallamos cuando valoramos más a las personas de afuera que a nuestra propia familia. Fallamos cuando hacemos reconocimientos a nuestros amigos, pero desconocemos el trabajo de nuestra esposa, hermanos, hijos, colaboradores y socios.
Fallamos cuando agradamos a los demás, pero descuidamos a quienes nos lavan y planchan, nos preparan nuestros alimentos diarios, nos tienden la cama, barren, mantienen limpia la casa nos cuidan y protegen.
Fallamos cuando el mejor pan y la mejor comida se damos a la visita y a nuestros hijos les damos lo que sobra.
Fallamos cuando la mejor copa, como la mejor vajilla y cubiertos, los reservamos para los de afuera y a los de la casa les servimos en la taza quebrada o chiltada.
A partir de hoy y para siempre, el mejor trato, los mejores reconocimientos, comida y vajilla, deben ser para nuestros amigos y familiares.
POR: VÍCTOR RIVAS MARTINEZ.

