En una sociedad como la nuestra, así como el estado y sus diferentes instituciones son importantes para un normal devenir social, cobra similar importancia el ciudadano y su comportamiento, y es que sin el aporte de parte y parte, un día normal de cualquier pastuso se puede volver un verdadero infierno.
La cultura ciudadana es un factor de suma importancia que no solo se trabaja con campañas educativas con unas metas específicas, sino que es una carga de la educación que se recibe desde el hogar y que se fortalece en las instituciones educativas en donde niños y jóvenes se preparan para poner un granito de arena en pos de un mundo mejor.
Dicha cultura ciudadana se puede evidenciar en diferentes situaciones que se suscitan en un día normal, por ejemplo, mientras hacemos uso de las calles en nuestro papel de conductor de un vehículo o como transeúnte. Lastimosamente día a día observamos como conductores de motocicletas, por ejemplo, utilizan la acera, y con un mayor agravante, manejando a altas velocidades, para evitar los trancones de nuestra ciudad. Este acto de “astucia” puede acarrear serias dificultades como accidentes e inclusive muertes. Dicha situación está tipificada en el código de tránsito y si usted es sorprendido in fraganti, las autoridades podrán inmovilizar el vehículo además de imponer una multa por un valor de 895.096 pesos.
Igual situación se presenta en las calles de nuestra ciudad, en donde conductores “sin inteligencia vial”, y más allá, sin un ápice de conciencia colectiva, usan la malla vial como parqueaderos públicos, y para más ibídem, los conductores que recorren estos espacios, deben estar pendientes pues los vehículos están ubicados en lado y lado de la calle. Esto lo vemos a diario en lugares como Las Lunas, plazas de mercado, zonas cercanas a hospitales y colegios, las vías de algunos corregimientos del municipio los días domingos, sin olvidar los populares talleres de motos y carros que pululan en el sector de Las Américas.
Señores conductores y propietarios de los establecimientos comerciales, no es necesario que esté presente la autoridad para actuar bien, solo deben ser conscientes que viven en sociedad. Por cierto, si la norma se aplicara a cabalidad, los conductores sorprendidos tendrían que responder por una multa de 447.555 pesos, además de tener que sortear los gastos que acarrea la inmovilización del vehículo.
Y así podría seguir haciendo referencia a infinidad de situaciones que se suscitan en diferentes espacios de la ciudad, el mensaje que quiero dejar es claro y es para todos, niños, jóvenes y adultos, actuemos teniendo en cuenta que compartimos nuestro espacio vital con más de 450.000 personas, por ende, mientras más pensemos en el otro y no solo en nuestro beneficio personales, menos dificultades causaremos a nuestros coterráneos.
Por: Mauricio Fernando Muñoz Mazuera

