Ismael Botina, popular maestro Buchón, ha estado muy pendiente del control político que vienen haciendo los diputados guaicosos de Nariño, a una millonaria inversión estatal, anunciada con bombos y platillos por el Ministerio de Agricultura a favor de los paneleros de Nariño, tiempo del presidente Santos, año 2013, siendo gobernador Raúl Delgado Guerrero.
En aquella época nos endulzaron la píldora, asegurándonos que se iban a modernizar todos los trapiches tanto de la sierra como de la costa. La inversión que superaba para ese tiempo los siete mil millones de pesos, sería para montar plantas pulverizadoras de la panela, como una manera de fortalecer el sector productivo panelero y mejorar las condiciones de vida de nuestros campesinos.
Desde el 2013 hasta hoy han pasado ocho largos años y en la mayoría de trapiches seleccionados el programa es un fracaso total.
Una inspección hecha por los diputados Jesús Eraso, Álvaro Bastidas y Rosita Guevara, lo único encontrado son escombros. Los diputados son oriundos de zonas paneleras: Linares, Sandoná y Samaniego.
En el papel el proyecto es una maravilla, aparece como si estuviera terminado, pero en la práctica la cosa es totalmente distinta, que dan ganas de llorar.
“Se encontraron siete plantas sin operar, una de ellas en obra negra y con graves dificultades en sus avances técnicos. Se encontró maquinaria en pésimo estado y sin uso o utilidad alguna, maquinaria tirada expuesta al sol y óxido, y en los municipios de Roberto Payán y Providencia, no hay nada, absolutamente nada”, dice el informe técnico.
La ejecución de este millonario contrato fue encomendado a Fedepanela -federación de paneleros- se creía que eran los que conocían del asunto, sin embargo el manejo administrativo resultó siendo un fiasco.
Hace seis meses se efectuó un primer debate de control político en la Asamblea de Nariño. Fedepanela, pidió un plazo de seis meses para corregir ese engendro, pasó el tiempo y las cosas siguen igual o peor.
Si el país se escandalizó con el caso del Ministerio de las TICs, donde se embolataron 70 mil millones de pesos, en idénticas circunstancias registra este asunto, donde se “abudiniaron”, más de siete mil millones de pesos, tirados a la basura, física basura.
Aplausos para los diputados de las zonas paneleras, pero los campesinos productores se quedaron con los crespos hechos porque el sueño de contar con plantas pulverizadoras de panela, se esfumó. Según el proyecto la panela producida en Nariño, sería purificada y convertida en polvo para una mejor higiene y comercialización.
Una realidad amarga como el veneno, nos engañaron los ejecutivos de Fedepanela. Muy seguramente vendrán las eternas investigaciones de las famosas “ias”, pasarán los tiempos, nuevas elecciones y aquí no pasará nada…
Y por las mismas va el proyecto del Centro Cultural de la Piedra de Bolívar de Bomboná… así va pasando la vida entre robo y robo… escándalo tras escándalo.
¡Viva Pasto y sus carnavales!
POR: MANUEL ERASO