Llegó noviembre y con él la antesala a una de las fechas más especiales del año: la Navidad y si bien aún es pronto para vivir y disfrutar de esta festividad, evidentemente este año vamos a poder volver a retomar un poco la normalidad y cambiar el panorama que vivimos en el 2020 cuando la pandemia nos alejó de nuestros seres queridos.
Todos sabemos que esta es la época más esperada del año porque son las fechas para poder compartir en familia y vivir días inolvidables con las personas que más queremos y en esta oportunidad además podemos reactivar la economía de la región fuertemente golpeada por la pandemia del Covid-19.
Esperemos que con el compromiso de todos y el autocuidado podamos vivir fechas especiales juntos, retornar a los abrazos y las cenas familiares que tanto bien le hacen a la gente porque nos recuerda que somos seres con sentimientos y la única manera de cambiar el mundo es con amor.
Volvamos a recuperar la empatía, ese saber brindar la mano a la persona que más lo necesita y recordar que hemos vivido años difíciles y nadie sabe las historias y sufrimientos que vive el otro.
Llegó noviembre y con él la esperanza de que los días tristes se acaben, de volver a vivir la alegría gracias a las fiestas de fin y comienzo de años, además poder recuperar el tiempo perdido con las personas importantes, siempre y cuando todo lo que se viva se haga con toda la responsabilidad.
Me uno a este madrugón navideño, el cual sin duda nos beneficia a todos, puesto que contribuye desde ya a cambiar el ambiente de tristezas y tensiones que se han vivido, para darle paso a unos días diferentes, en los que todos seremos mucho mejores.
Además el poder agradecer el estar aquí y haber superado todas las adversidades que nos presentó la vida para saber que tenemos un objetivo en el mundo que día a día nos levanta para continuar.
Esperemos que en estos últimos meses de este año se vaya la tristeza y regrese la alegría y darle una maravillosa bienvenida a la Navidad y su secuela de instantes felices e inolvidables que caracterizan a estos días especiales que nos recuerda que hay muchas cosas más prioritarias en el diario vivir como pasar tiempo en familia, amar al otro y lo más importante poder ser mejores seres humanos para en algún momento acabar la violencia y lograr alcanzar la paz.
Por: Claudia Zambrano Erazo

