Lo que mirábamos hace años como utópico y muy distante del viejo anhelo de una importante zona del país, siempre a la espera de que los gobiernos cumplan su compromiso de pavimentar la vía y no lo hicieron. Hoy otro concepto merodea entre los nariñenses que residen en localidades situadas en la circunvalación del volcán Galeras.
El cumplimiento de la Ley Bolívar de 1.979, que ordenaba la ejecución de la obra de manera inmediata, sólo se quedó en lo literal y toda esta bella región, dueña de una floreciente riqueza agrícola, artesanías y turismo, tuvo que conformarse aceptando el trabajo de carretera por tramos y aguardar cerca de 40 años para que se hiciera realidad.
Tanto fue la tardanza que el presidente Duque recibió la obra en el inicio de su mandato. Ahora todos los pueblos que rodean al volcán, son beneficiados, empezando por la capital referenciada como el punto de partida para un agradable recorrido por municipios como Nariño, La Florida, Sandoná, Consacá, Yacuanquer y Tangua para retornar a Pasto.
«La pandemia privó casi año y medio a todos de poner en marcha sus proyectos. Pero esta vez la reactivación entró de cuerpo entero, hecho que celebran autoridades, “ gremios y ciudadanía».
Esta comunidad después de haber padecido con suma impaciencia una larga espera por fin logró que el Invías decida concluir la pavimentación y a partir de allí muchas son las bondades que ha traído para esta sección del departamento su inmejorable condición.
La pandemia privó casi año y medio a todos de poner en marcha sus proyectos e iniciativas. Pero esta vez la reactivación entró de cuerpo entero, hecho que celebran autoridades, gremios y ciudadanía porque han instalado en crecido número: estaderos campestres, restaurantes, supermercados y pequeñas ventas.
En efecto, el turismo, el comercio en general, los productos agrícolas, las artesanías y en pintoresco paisaje que ofrece la naturaleza han dado un paso agigantado y trascendental para el desarrollo regional en donde el emprendimiento en hombres, mujeres y jóvenes ha tomado un gran impulso.
Es de destacar que todas las poblaciones gozan de sus atractivos tanto de lugares emblemáticos como de una completa y variada gastronomía con deliciosos platos típicos de cada municipio y al gusto del turista, renglones de la economía que se están fortaleciendo desde luego con las medidas de bioseguridad.
Capítulo aparte merecen las artesanías que con una amplia gama de artículos elaborados en iraca, se comercializan en los mercados locales y también se atienden pedidos no sólo de Colombia sino del exterior.
Las gentes de esta franja del departamento de Nariño están viviendo un mejor panorama y aspiran a seguir creciendo.
POR: SOFONÍAS RODRIGUEZ M.

