Luis Eduardo Solarte Pastás

La violencia machista

Varios estudios e investigaciones llegan al consenso que la violencia machista se refiere a todas aquellas acciones que contribuyen al menoscabo sistemático de la dignidad, la estima y la integridad física y mental de las mujeres, niñas y personas con una identidad de género y/o sexualidad distinta a la normativa.

Además, es un tipo de violencia estructural que se encuentra presente en todas las sociedades y todos los espacios sociales, aunque se da en distintos niveles y mediante diferentes mecanismos dependiendo de diversas cuestiones de raza, clase y pertenencia a determinado grupo étnico.

La violencia machista es una expresión de la desigualdad que impone el patriarcado y, a su vez, es el instrumento que garantiza su continuidad. Asimismo, es un medio que ayuda a reforzar, legitimar y reproducir la supremacía de “lo masculino” sobre “lo femenino” y sobre todas aquellas identidades de género que no se encuentran circunscritas dentro de estas dos categorías.

En ese sentido, en Colombia, se puede decir que existen varios comportamientos que fortalecen las creencias o refuerzan las conductas machistas que desembocan en violencia.

Es así como en nuestra sociedad, la cual todavía es considerada machista, prevalecen creencias, de un hombre como el pilar de la casa, donde a él se le debe todo el respeto, admiración y de quien se debe aceptar cualquier comportamiento violento, dando una típica justificación de “pegue o mate marido es”.

El machismo a su vez consiste en la descalificación del hombre hacia la mujer, en la que tratan a las mujeres como si fueran seres invisibles o que solo existen para servir al género masculino.

Al mismo tiempo para algunos hombres, las mujeres son incapaces de tomar decisiones, de salir solas, de emprender, trabajar, o cuestiones importantes dentro del hogar.

Frente al problema del machismo que se da en la vida de todos los hombres, la pregunta que la gente se hace es ¿cómo combatirlo?

Hay miles de artículos, ensayos y demás escritos que recomiendan a la mujer qué actitudes debe tomar, a quién puede recurrir, cómo debe actuar, etc. ante los casos de agresiones o vejaciones machistas.

Hoy en día, toda mujer sabe lo que se supone que debe hacer al respecto, pero muy pocos de esos textos les dicen a los hombres qué actitudes deben evitar, dice la psicóloga Natividad Hernández Claverie.

Como ya se conoce, los índices de violencia machista son realmente altos en el país; por ello se hace necesario trabajar con las presentes y futuras generaciones para combatirla en alguna proporción.

Y es, entonces, cuando el camino más expedito que aparece para propender por la erradicación del machismo, es la educación.

Pero una educación dentro de unos principios éticos y morales que, desde la infancia, se pongan en práctica sobre el respeto que tiene que haber hacia la mujer y que, además, existan leyes concretas y eficaces que promuevan la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres.

Sin embargo, también se requiere de gobiernos que de verdad defiendan tales derechos y deberes, a través de sus instituciones y con funcionarios que dejen a un lado su posición machista.

Por: Luis Eduardo Solarte Pastás