Jaime Goyes Andrade

Para reflexionar

Un gimnasio puso una valla gigante en Buenos Aires (Argentina), que decía ‘Este verano, ¿qué quieres ser? ¿Sirena o ballena?’.

Una mujer que vio dicha publicidad les envió su respuesta por correo electrónico a los propietarios del gym, dicho mensaje se volvió viral siendo compartido por miles de personas que la felicitaron por tan inteligente reflexión:

«Ayer vi un cartel con una foto de una chica en un bikini y escultórica frase de este verano, ¿qué quieres ser? ¿Sirena o ballena?

Respuesta: Las ballenas están siempre rodeadas de amigos. Las ballenas tienen una vida sexual activa, quedan embarazadas y tienen hermosos hijos. Las ballenas amamantan. Las ballenas están por ahí recorriendo los mares y conociendo lugares interesantes como la Antártida y los arrecifes de coral de la Polinesia.

Las ballenas tienen amigos delfines. Las ballenas comen camarones a dos manos. Las ballenas tiran chorros de agua y juegan mucho. Las ballenas cantan muy bien. Las ballenas son enormes y casi no tiene depredadores naturales. Las ballenas están bien resueltas, son hermosas y son amadas.

Las sirenas no existen. Si existieran vivirían en crisis existencial: ¿Soy un pez o un ser humano? No tiene hijos porque matan a los hombres que están encantados por su belleza. Son hermosas, pero tristes y solas siempre. Estimado Gimnasio, ¡prefiero ser una ballena!»

Después de este correo electrónico, el gimnasio quitó la gigante valla en esa misma semana.

«A menudo, el ser humano se preocupa tanto por la parte exterior de una persona, la posesión de bienes materiales, y se olvida que lo más importante son los sentimientos de la gente.

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Si apreciamos más lo que somos y no lo que otros imaginan, todo el mundo sabría lo que quisiera ser o lo que quisiera hacer, y sólo entonces seríamos felices «, señala finalmente esta hermosa enseñanza que anda circulando por las redes sociales, la cual si merece ser compartida y leída por todos, para que aprendamos a respetar a los demás y ser felices con lo que Dios nos ha dado.

Muchas veces nos fijamos o nos preocupamos por cosas materiales y sin darnos cuenta les hacemos daño a personas que sí valen la pena.

A veces nos preocupamos más por mostrar un buen ‘exterior’ pero descuidamos lo más importante, lo interno de nuestro ser, nuestra esencia, nuestra vitalidad como seres humanos.

Por: Jaime Goyes Andrade