En los últimos años se ha vuelto costumbre fijar el salario mínimo en Colombia por decreto, por cuanto las empresas y centrales obreras después de tanto discutir no se han puesto de acuerdo en lo que debemos ganar la mayoría de los colombianos.
El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, hizo un llamado a los sindicatos para que dialoguen con el Gobierno y de esa manera se pueda llegar a un mutuo acuerdo. «La próxima semana vamos a iniciar la Mesa de Concertación Laboral para empezar a realizar y a hacer acuerdos”, señaló.
Pero, como siempre, en esas reuniones no se llega a ningún acuerdo y el gobierno termina imponiendo, o mejor condenándonos, a ganar durante los próximos 365 días un sueldo que no nos alcanza para nuestras necesidades básicas.
De acuerdo con un estudio publicado por el Banco de la República, los empresarios aseguran que el aumento del salario mínimo para el próximo año 2022 sería aproximadamente del 4,1 por ciento. Es decir este aumentaría $37.250, o sea quedaría en $945.776; sin embargo, los trabajadores con menos ingresos del país piden que este año el mínimo quede por encima del millón de pesos.
El salario mínimo se ha creado con el fin de asegurar que todas las personas, especialmente las de menores ingresos, tengan acceso a los bienes y servicios básicos. Pero como están las cosas, y con el incremento del IVA a la mayoría de productos de la canasta familiar que como es costumbre se implementa desde el primero de enero, parece que se va a perder ese ‘privilegio’.
Los colombianos nos hemos vuelto expertos en hacer milagros con un sueldo que apenas alcanza para comer. Con el actual salario tenemos que hacer el mercado, pagar el colegio o la universidad de nuestros hijos, los servicios públicos y el arriendo, entre otros.
El derecho a la recreación y a darnos ciertos ‘lujos’ no nos lo podemos dar con ese salario que siempre seguirá siendo mínimo.
Por: Edgar Enríquez.

