Juan Carlos Cárdenas Toro

Iglesia sinodal: ¿Iglesia popular?

El Papa ha abierto hoy un proceso de escucha y discernimiento a partir de la pregunta por una Iglesia sinodal: en comunión, participación y misión.

Desde la perspectiva sociológica

Como uno de los criterios clave es el de escuchar a los más posibles, con especial atención a los que normalmente no son tenidos en cuenta, algunos sectores han querido hacer una lectura de este proceso en claves meramente sociológicas. Desde esta perspectiva algunos se preguntan si lo que está proponiendo el Papa es llevar la Iglesia a un nivel de cierta “democracia” al estilo de los Estados; otros más “radicales” en la lectura se plantean si esto significa un paso hacia una Iglesia “desde las bases”.

Pero si bien, por estar en el mundo la Iglesia entra en diálogo con los “sectores humanos” no eclesiales con los cuales comparte su viaje en la historia, esto no significa que el Papa Francisco quiera llevar la Iglesia a una asimilación sociopolítica y menos ideológica.

Desde la perspectiva eclesiológica

De lo que se trata aquí es de un poner la mirada en la más pura esencia de la Iglesia, que brotan del Evangelio, los Hechos de los apóstoles y la ya muy larga reflexión teológica y del magisterio eclesial.

Cuando el Señor elige a Doce para hacer camino con Él, en ese gesto evoca al pueblo de Dios que tuvo su fundación en las 12 tribus de Israel. Desde la perspectiva bíblica, Dios congrega en torno a sí un pueblo de discípulos, para que caminando juntos, sean “luz del mundo” y “sal de la tierra”, con sus palabras y sus obras.

Bajo esta categoría, es claro que el Papa nos está llamando a tomar con fuerza esta vocación fundacional de la Iglesia de ser pueblo de Dios, centrados en Cristo, unidos por la enseñanza de los apóstoles y sus sucesores (comunión); también conscientes de ser todos parte activa en la vida de la Iglesia (participación); contrarrestando una deformada visión “institucional” y burocrática, para acentuar la faceta de “familia de los bautizados”, en la que todos cuentan; y por último, con un propósito: llevar por el mundo, con palabras y obras, el buen mensaje de Jesús (misión).

loading...

No, no se trata de una Iglesia popular. Pero sí podemos hablar de insistir en la figura de pueblo en el sentido bíblico. Por supuesto que en este pueblo hay orden (jerarquía y servicios), pero con la figura que el Papa llama “pirámide invertida”: donde los roles de responsabilidad (ministerios) están puestos para servir y sostener a todo el pueblo de Dios y no al revés.

Estos meses que vendrán hasta un nuevo aire empieza a soplar: el Espíritu del Evangelio.

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro.