En la semana que termina Pasto fue escenario de un evento que congregó a representantes del sector público y privado de Ecuador y sus similares de Colombia, en el marco precisamente del Encuentro de Integración Colombo – ecuatoriano.
Sin lugar a dudas que este acto se realiza en el momento más crucial para la historia política y económica de las dos naciones, si se tiene en cuenta que, como consecuencia de la pandemia, inicialmente y luego, por intereses estrictamente económicos de los comerciantes ecuatorianos, se ha tenido que enfrentar el cierre de la frontera por muchos meses.
El asunto, que incluso ha sido debatido en las altas instancias, hasta llegar a las propias cancillerías, fue liderado en esta oportunidad por la Cámara de Comercio de Pasto, que hoy bajo la responsabilidad y trabajo el médico y empresario Damir Bravo Molina, ha visto en el interés de participar en estas actividades de manera directa para buscar soluciones frontales a estos procesos.
Los temas desde luego cobran un gran interés, en momentos que desafortunadamente el cierre de la frontera se ha convertido en un gran obstáculo para proseguir con una serie de acuerdos comerciales entre los dos países, pero además de eso por mantener la unidad de los pueblos a lo largo de este corredor, que ha sido escenario, por muchos años de todo un gran movimiento comercial entre los dos países.
Desde luego que hoy surge otro tema que debe ser analizado con muchos detalles, en el marco de estas discusiones y es el frente común que deben adelantar los dos gobiernos de inmediato para desmontar la infraestructura paralela que se ha creado en los denominados pasos ilegales entre los dos países, toda vez que es allí en donde hoy existen acciones que a más del empoderamiento de las actividades comerciales también se ha mezclado el hecho de fomentar a gran escala el tema del contrabando e incluso el transporte de muchos elementos ilegales, entre ellos armas y por su puesto el avance del narcotráfico, que según algunos informes ha crecido de manera considerable en esos sectores.
En fin, las acciones de hermandad entre los dos países, realizadas esta semana en Pasto, se deben multiplicar de inmediato e incluso, no solo deben ser invitados los cancilleres, sino que al contrario se debe contar con el acompañamiento de muchos actores más.
Por.- Rodolfo Pantoja Pantoja