El reciente asesinato de un joven en el sector del barrio Fátima de Pasto, nos muestra una vez más, que las actividades del microtráfico se constituyen en estos momentos en uno de los mayores flagelos de nuestra ciudad.
En efecto, las investigaciones realizadas por las autoridades indican que este caso de sangre tuvo su origen en esos negocios ilícitos de venta de basuco y marihuana que se han tomado vastos sectores de la capital nariñense, los cuales vienen creciendo de manera alarmante.
Por ello, no es extraño observar en las inmediaciones de la Plaza del Carnaval y la Cultura a los vendedores de esas sustancias prohibidas, de quienes se afirma se tienen tomado el centro de la ciudad.
Pero, además se habla de entregas a domicilio mediante motos y carros, en un ilícito pero lucrativo negocio para las organizaciones delincuenciales que también tienen extendidos sus tentáculos a los barrios periféricos de Pasto, donde funcionan cantidades de expendios de drogas prohibidas, muchas de ellos disfrazados en tiendas, los que son causa de un inquietante deterioro de la inseguridad.
Por si fuera poco, al hablar del microtráfico que hoy nos agobia y acosa, tenemos que mencionar el aberrante caso de los menores de edad, que están siendo utilizados por sus padres para transportar las papeletas de basuco o marihuana, como lo han podido establecer las autoridades en varios de los operativos realizados contra la delincuencia.
«El reciente asesinato de un joven en el sector del barrio Fátima de Pasto nos muestra una vez más que las actividades del microtráfico se constituyen en estos momentos en uno de los mayores flagelos de nuestra ciudad».
Igualmente consideramos aberrante el que estos vendedores de sustancias prohibidas no tengan reparo en acercarse a los colegios para ofrecer su infame mercancía, como también lo han comprobado nuestras autoridades locales.
Así tenemos que hace algunos días, por causa de este ilícito negocio que tiene invadida la ciudad, se produjo un impresionante asesinado, cuya víctima fue una persona en situación de discapacidad, causada precisamente por un atentado a bala que se le había hecho meses antes, también por episodios relacionados con el microtráfico puesto que el occiso tenía un amplio prontuario delincuencial.
Consideramos que es el momento para que las autoridades le pongan el acento a estas peligrosas actividades, en desarrollo de las cuales estos traficantes del vicio se constituyen en un riesgo para nuestra juventud.
Es indudable que el microtráfico viene haciendo de las suyas en Pasto, a consecuencia de organizaciones delictivas que han germinado como la mala hierba en diferentes sectores de Pasto.
Naturalmente sabemos que la problemática del narcotráfico no es nueva, ni mucho menos en nuestra ciudad, puesto que los expendios de basuco siempre han funcionado en diferentes sectores y barrios de la ciudad.
Pero, ahora preocupa sobremanera que esta peligrosa actividad esté dando lugar a la formación de diversas bandas criminales, que buscan apoderarse de vastos territorios, lo que en un momento dado podría ser la causa de graves episodios de violencia, como el que se acaba de registrar con el asesinato de una persona.
Además, ya no se trata de las ‘ollas’ de barrio, camufladas en tiendas o en expendios de verduras, sino de grupos bien organizados que inclusive se están valiendo de la tecnología para sacar adelante este delito.
Tenemos entonces, en el microtráfico, una amenaza a la que las autoridades deben enfrentar, antes que el problema siga creciendo como está pasando en estos momentos. Por ello se hace necesario la implementación de operativos especiales, puesto que como lo anotábamos antes, ahora no se trata de las ‘ollas del vicio’, manejadas por señoras, sino de peligrosas bandas criminales que como lo estamos viendo no vacilan en matar.