En estos tiempos deshumanizados en los que cada uno se preocupa por lo suyo, sin importar lo que le pueda ocurrir a los demás, hoy destacamos con mucha alegría y satisfacción, la solidaridad que en nuestro medio ha generada la tragedia ocasionada por un incendio en el barrio Caicedo Bajo de Pasto, el cual afectó de manera grave a 15 familias, 57 personas, tres locales comerciales y seis viviendas más, que tuvieron que ser evacuadas de manera preventiva.
Las llamas, provocadas de manera intencional en el marco de un aberrante caso de celos dejaron a hombres, mujeres y niños y niñas, en una lamentable situación, no solo por la pérdida de casi todos sus enseres, sino también por la dolorosa circunstancia de que se quedaron sin donde vivir.
Es ahí donde nos encontramos con la enorme solidaridad de la gente de Pasto, que se ha unido para brindarles a los damnificados toda la ayuda posible en lo que tiene que ver con la donación de colchones, cobijas, ropa, alimentos no perecederos, a la vez que también se vienen haciendo colectas para entregarle alguna colaboración económica, a quienes lo perdieron todo a consecuencia de este gran incendio, situación que hace mucho tiempo no se registraba en la capital nariñense.
Nos sentimos muy contentos por este despliegue de solidaridad por parte de la gente, en lo que se constituye en una muy noble actitud, en la que es evidente el deseo de la gente de ayudar a las víctimas de esta conflagración.
«En estos tiempos deshumanizados en los que cada uno se preocupa por lo suyo, sin importar lo que le pueda ocurrir a los demás, hoy destacamos con mucha alegría y satisfacción, la solidaridad que en nuestro medio ha generada la tragedia ocasionada por un incendio en el barrio Caicedo de Pasto, el cual afectó de manera grave a 15 familias, 57 personas, tres locales comerciales y seis viviendas más».
En nuestra ciudad siempre nos hemos ufanado de nuestra generosidad y la forma espontánea que se tiene para extender la mano, para ayudar a los demás cuando se encuentran en aprietos o dificultades, como es el caso que hoy tocamos, donde es gratamente satisfactorio observar el afán de la gente por aportar su granito de arena a favor de quienes en estos momentos sufren una angustiosa situación.
Se trata de unas acciones que merecen nuestro pleno reconocimiento y que ojalá siempre se repitieran, cuando de una u otra manera, se presenten en nuestro medio, situaciones calamitosas que afecten a las diferentes comunidades, de las cuales nadie está exento.
En este orden de ideas, también debemos destacar el trabajo que viene realizando la Personería de Pasto por medio de la delegada para la Vigilancia Administrativa, que ha estado acompañando la entrega de ayudas donadas por la Alcaldía y diferentes sectores de la comunidad a los damnificados por esta emergencia registrada en la tarde del 8 de septiembre en el barrio Caicedo.
Al tanto de estas actividades de la Personería, ha estado el Personero, Juan Pablo Mafla Montenegro, quien explicó que, en su calidad de representante del Ministerio Público, sus deberes son los de defender, proteger a la población y a la vez, vigilar las diferentes actividades que se generen desde la administración municipal, por lo que hizo presencia en la entrega de las ayudas humanitarias.
Lo importante, luego de lo que hemos visto, después del doloroso suceso que se presentó en Pasto es que la solidaridad sigue vive y no ha podido ser aniquilada en estas épocas de indiferencia.
Por lo tanto, es de esperar que los damnificados por este incendio pavoroso que en las últimas horas asustó a la ciudad, sigan recibiendo la ayuda que requieren en estas horas amargas por las que están atravesando y se les pueda ayudar de una manera efectiva a salir de este terrible trance.