Cada año, una o dos veces, el invierno llega a Colombia y a nuestro departamento de Nariño y se convierte en una amenaza peligrosa que generalmente deja cantidades de muertos, damnificados por la destrucción de viviendas y cultivos, enormes daños en las vías y en los puentes en detrimento de miles de personas.
Ahora, de acuerdo con los pronósticos de nuestras autoridades meteorológicas, empezamos a vivir la segunda oleada invernal, la cual de acuerdo con los expertos será mucho más fuerte que la del pasado marzo y en un momento dado podría ser bastante destructiva, si como lo temen los expertos, hace presencia el fenómeno de La Niña.
Lo cierto es que las torrenciales lluvias que por estos días comenzaron a caer con fuerza destructiva ya provocan graves afectaciones en localidades como Taraza y Dabeiba en el departamento de Antioquia y Guayabetal en Cundinamarca, donde ya hay viviendas y cultivos destruidos, que por el momento dejan centenares de damnificados.
La cuestión es que los torrenciales aguaceros que se vienen presentando son la causa para el desbordamiento de varios ríos y quebradas, que de afluentes tranquilos ahora se muestran como amenazas mortales.
«Cada año, una o dos veces, el invierno llega a Colombia y a nuestro departamento de Nariño y se convierte en una amenaza peligrosa que generalmente deja cantidades de muertos, damnificados por la destrucción de viviendas y cultivos, enormes daños en las vías y en los puentes en detrimento de miles de personas».
Como muy bien lo sabemos, nuestro departamento de Nariño no ha estado exento de estas calamidades invernales, que más de una vez nos han causado luto y destrucción, como ocurrió en el municipio de Puerres, con la muerte a consecuencia de un deslizamiento de un hombre y su nieto menor de edad.
Por eso consideramos de suma importancia la jornada de prevención y seguridad que se viene realizando en la ciudad de Pasto para los alcaldes, funcionarios y concejales de los 64 municipios de Nariño, evento organizado por la Dirección Administrativa de Gestión de Riesgo del departamento, con el respaldo de la Usaid de Estados Unidos y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pasto, donde además toman parte los coordinadores de gestión de riesgos municipales, los cuerpos de socorro y personal de la Fuerza Pública.
Nos referimos a una actividad cuyo objetivo es salvar vidas, ante los pronósticos de un severo invierno para Nariño y los antecedentes de este primer semestre del año donde las intensas lluvias hicieron salir de madre los grandes ríos, riachuelos y quebradas, inundando calles y viviendas, tal como pasó en el municipio nariñense de Barbacoas.
Lo cierto es que los números que se tienen respecto a la primera oleada invernal son inquietantes, cerca de 60 muertos hasta el momento de los cuales lamentablemente dos se presentaron en nuestro departamento de Nariño y la afectación parcial que se tiene es de 275 municipios pasados por agua, de 25 departamentos, pero ahora se informa que en las últimas semanas más de la mitad de los municipios de Colombia sufren los embates invernales.
También constituye motivo de preocupación el que la estabilidad climática que más o menos ha caracterizado a nuestro país, ahora al igual que en el mundo se encuentra amenazada por los cambios climáticos provocados por el calentamiento global. Se trata de una situación que en estos momentos se vive en el país y que, por lo tanto, más nos obliga, aquí en Nariño, a que los alcaldes y organismos de socorro activen de manera inmediata los planes de emergencia.
Según el refranero popular, se suele decir que “guerra avisada no mata soldado”, por lo que es de esperar que estas alertas que se han lanzado sirvan para redoblar las medidas de prevención en los 64 municipios de Nariño.