Aunque nada justifica la ola de hurtos callejeros que se registran en Pasto, los hechos delictivos se incrementaron a lo largo de la presente emergencia sanitaria generada por la pandemia del Covid-19. Al parecer la falta de oportunidades está generando pobreza y eso incide en los raponazos que diariamente se presentan en el municipio.
Así lo dijo la dirigente comunitaria Josefina Cadena, al manifestar que varios jóvenes y adultos que se dedican al transporte informal de pasajeros aprovechan los ‘papayazos’ de algunos peatones e incluso de ciudadanos que solicitan sus servicios para despojarlos de sus pertenencias.
Según la líder ese fenómeno se registra con intensidad en el centro y alrededores de la capital nariñense, donde asegura que en la mayoría de hurtos callejeros se han visto inmersos varios mototaxistas.
“En vista de los daños emocionales y materiales que provocan a los peatones, cuyas víctimas principales han sido las mujeres, la misma comunidad está tomando justicia por mano propia”, expresó.
Aunque asegura que la falta de trabajo y de recursos económicos para la compra de alimentos impulsa a ciertos jóvenes y adultos a delinquir, subraya que la inequidad social y gubernamental incide en los hechos criminales que se registran en la región.
Destacó que en varias oportunidades ha solicitado el apoyo de las autoridades para que atiendan las necesidades básicas de las familias que verdaderamente lo necesitan.