Brigitte Bardot, leyenda del cine francés y activista por los derechos de los animales, dejó expresado desde hace años cómo imagina su despedida final. Alejada del brillo de Hollywood y de los homenajes públicos, la actriz manifestó su deseo de tener un funeral íntimo, sencillo y sin grandes multitudes.
La icónica artista fue clara al señalar que no quiere ceremonias masivas ni la presencia de curiosos. En sus propias palabras, rechazó la idea de una “multitud de idiotas”, reafirmando su incomodidad con el espectáculo mediático que rodea a las figuras públicas incluso después de su muerte. Para Bardot, la despedida debe ser un acto privado y respetuoso.
Uno de los aspectos más importantes de su último adiós es la compañía de sus animales, a quienes considera su verdadera familia. Retirada de la actuación desde hace décadas, Bardot ha dedicado su vida a la defensa del bienestar animal, y su visión sobre la muerte refleja esa coherencia: tranquilidad, cercanía con sus seres queridos y rechazo total a la exposición pública

