En los últimos días, tras el anuncio del aumento del salario mínimo para 2026 del 23,7%, muchos colombianos han centrado su atención en los efectos que esta decisión tendrá sobre la economía. Sin embargo, junto con el debate público ha circulado desinformación, especialmente en torno a una supuesta relación directa entre el incremento del salario mínimo y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2026.
El artículo aclara que el IPC no es el indicador que define automáticamente el aumento del salario mínimo, aunque sí es una referencia importante para entender el comportamiento de la economía y el costo de vida. El IPC, calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), mide la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares colombianos, conocida comúnmente como canasta familiar.
Este indicador permite conocer la inflación del país, comparar la evolución de los precios entre distintos periodos, analizar tendencias económicas y realizar comparaciones internacionales. En términos prácticos, el IPC refleja cuánto suben o bajan los precios de productos y servicios básicos que consumen las familias, como alimentos, transporte, vivienda, salud y educación.
La canasta del IPC está compuesta por 12 grandes divisiones de gasto, entre las que se incluyen alimentos y bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas y tabaco, prendas de vestir y calzado, servicios públicos y combustibles, muebles y artículos del hogar, salud, transporte, información y comunicaciones, recreación y cultura, educación, restaurantes y hoteles, y otros bienes y servicios diversos. Cada uno de estos grupos tiene un peso específico según su importancia en el gasto de los hogares.
El DANE es la única entidad oficial encargada de calcular y divulgar el IPC en Colombia. Este dato se publica de manera mensual, normalmente en los primeros días hábiles de cada mes, y corresponde al comportamiento de los precios del mes inmediatamente anterior. El IPC de 2026, por lo tanto, servirá para medir cómo evolucionó el costo de vida durante ese año.
No obstante, el texto enfatiza que el IPC no define de forma directa el aumento del salario mínimo. El salario mínimo en Colombia se fija mediante un proceso de concertación entre el Gobierno nacional, los gremios empresariales y las centrales sindicales, en el que se tienen en cuenta varios factores, como la inflación, la productividad, el crecimiento económico y las condiciones sociales del país.
En conclusión, aunque el IPC de 2026 será clave para entender cuánto se encarecen bienes y servicios como los alimentos, los arriendos, el transporte y los servicios públicos, no es el factor determinante del salario mínimo. Confundir ambos conceptos lleva a interpretaciones erróneas del debate económico y puede generar expectativas equivocadas entre la ciudadanía.

