🗿 Tallado en mármol macizo por Raffaelle Monti, el rostro parece cubierto por una tela transparente imposible. Esta técnica —inspirada en el Cristo Velado de 1753— fue tan impactante que convirtió a Monti en una celebridad artística inmediata. La obra se terminó en abril de 1847, tras apenas seis meses de trabajo, con un anticipo documentado de £60 (equivalentes a más de £7,300 actuales).🏛️ Roma, Pompeya y política cultural. El tema de la Virgen Vestal se volvió tendencia tras el redescubrimiento arqueológico de la Casa de las Vestales en Pompeya. Las vestales custodiaban el fuego sagrado de Vesta: si se apagaba, Roma estaba en peligro. Monti une esa carga simbólica con una estética sensual, generando tensión entre pureza religiosa y erotismo visual, algo muy provocador para la moral victoriana.💰 Éxito monumental, final trágico. La escultura impulsó una auténtica “industria” de figuras veladas en Europa y fue exhibida en la Gran Exposición de Londres de 1851. Sin embargo, Monti murió en 1881 endeudado y sin herramientas propias. Hoy, la obra —trasladada a Nueva York en 2019 para una exhibición — es considerada una de las esculturas más inquietantes del siglo XIX: pura, sensual y técnicamente imposible.

