Una experiencia global que redefine las celebraciones de fin de año

Mientrasciudades como Nueva York, París, Roma o Madrid iluminan suscalles para la Navidad, Colombia sorprende al mundo con una celebración sin precedentes: una Navidad vivida a 180 metros bajo tierra, en la Catedral de Sal de Zipaquirá, reconocida internacionalmente como uno de los centros de culto y turismo subterráneo más impresionantes del planeta.

Un universo subterráneo único en el planeta

¿Sabía que la Catedral de Sal de Zipaquirá es un universo subterráneo en Colombia con más de 200 años de historia minera y formado por depósitos de sal con una antigüedad superior a los 200 millones de años?

Una experiencia global que redefine las celebraciones de fin de año

Ubicada a 180 metros bajo tierra, en las montañas de la capital salinera de Colombia, la Catedral de Sal es el resultado de un proceso geológico excepcional que dio origen a uno de los escenarios culturales y espirituales más singulares del mundo. Este monumento alberga 8.500 metros cuadrados de un recorrido artístico y arquitectónico sin precedentes, donde la delicadeza del arte dialoga con la rudeza del trabajo minero. Esculturas talladas en sal y mármol, estaciones monumentales y espacios ceremoniales conforman un ambiente que integra patrimonio natural, cultura y espiritualidad en un entorno imposible de replicar.

De acuerdo con reconocimientos internacionales, la Catedral de Sal de Zipaquirá ocupa el segundo lugar entre los sitios de culto más impresionantes del planeta, dentro de un listado que reúne 20 templos y destinos de reconocimiento mundial, junto a íconos como la Gran Mezquita Sheikh Zayed en Abu Dabi, el Partenón de Atenas, la Catedral de Notre Dame de París y la Capilla Sixtina en el Vaticano, destacada en publicaciones del buscador más importante del mundo, Google.

Una experiencia global que redefine las celebraciones de fin de año

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Una Navidad que no existe en ningún otro lugar del mundo

A diferencia de las celebraciones tradicionales al aire libre que caracterizan a las grandes capitales del mundo, Zipaquirá ofrece una experiencia irrepetible: música, arte, espiritualidad y cultura en el interior de una montaña de sal, a más de 180 metros bajo tierra.

Cultura como motor de proyección internacional

La proyección global de Zipaquirá durante el cierre de 2025 estuvo acompañada por una programación cultural de alto nivel, en la que la música y las expresiones artísticas jugaron un papel fundamental para enriquecer la experiencia de visitantes nacionales e internacionales.

En este contexto, la Catedral de Sal fue escenario de un festival cultural de gran formato, que incluyó presentaciones artísticas y musicales, entre ellas el concierto del artista internacional

Jorge Celedón, quien se presentó junto a la Banda Sinfónica de Zipaquirá, en un encuentro que fusionó tradición, identidad y patrimonio en un entorno único en el mundo.

Este tipo de eventos no solo fortalecen la experiencia turística, sino que confirman la capacidad de la Catedral de Sal para albergar expresiones culturales de talla internacional, integradas de manera respetuosa con su valor espiritual y arquitectónico.

Temas de interés:

La gerente de la Catedral de Sal de Zipaquirá, Yenny Páez Sabogal, destacó el significado de este cierre de año para la proyección internacional del destino: “La presencia de artistas como Jorge Celedón en un escenario tan simbólico confirma que este es un espacio capaz de dialogar con el mundo desde la identidad colombiana, ofreciendo experiencias que no existen en ningún otro lugar.”

Colombia en el radar mundial del turismo cultural

Con esta propuesta, Zipaquirá cierra el año proyectando una imagen poderosa de Colombia ante el mundo: un país capaz de ofrecer experiencias turísticas únicas, auténticas y de alto valor cultural. Más que una celebración de fin de año, la Navidad a 180 metros bajo tierra consolida a Zipaquirá como un destino global, preparado para seguir creciendo y fortaleciendo su impacto internacional en 2026.