Este martes 23 de diciembre de 2025, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, realizará finalmente una alocución presidencial para comunicar de manera oficial el nuevo salario mínimo que regirá en 2026. La confirmación de este anuncio se produce en medio de una de las decisiones económicas más esperadas del año, que impacta directamente a millones de trabajadores formales en el país y concita atención nacional.
Un año de negociaciones y tensiones
Cada diciembre, en Colombia se define el salario mínimo anual tras un proceso de concertación tripartita que reúne al Gobierno, sindicatos y gremios empresariales para negociar el porcentaje de ajuste. En 2025, ese proceso no llegó a un acuerdo claro entre las partes: mientras centrales obreras proponían un incremento de dos dígitos, los gremios empresariales planteaban cifras más conservadoras.
Ante esta falta de consenso, el Gobierno nacional asumirá la responsabilidad de fijar el valor por decreto, como ha ocurrido en años recientes cuando las posiciones estaban demasiado distantes.
Proyección de una cifra histórica
De acuerdo con las proyecciones citadas por fuentes oficiales, el salario mínimo con auxilio de transporte para 2026 podría ubicarse en torno a los $1.800.000 mensuales o incluso superarlo. Esta estimación incluye tanto el ingreso básico como el complementario de transporte, y equivaldría a un incremento significativo frente a los $1.623.500 que perciben muchos trabajadores hoy.
En cifras más desagregadas, ese valor implicaría una alza real que superaría los aumentos recientes y respondería al objetivo de recuperar poder adquisitivo frente a la inflación.
Posturas dentro del debate
- Sector sindical y social: Líderes de los trabajadores han defendido que el salario mínimo debe garantizar condiciones dignas de vida y compensar la pérdida del poder adquisitivo en años recientes, argumentando también que solo una remuneración más alta puede reactivar el consumo interno y reducir desigualdades.
- Gobierno: El ministro del Trabajo ha señalado que la postura oficial “se inclina hacia la protección de los trabajadores” y ha resaltado que el proceso actual da más participación y voz a los trabajadores que en décadas anteriores.
- Empresarios: Por su parte, sectores productivos han advertido sobre los posibles efectos de un incremento muy alto en costos laborales y competitividad, presionando por ajustes más moderados.
¿Por qué es relevante esta alocución?
El anuncio del salario mínimo es central para millones de trabajadores formales, pues no solo se refiere a su remuneración directa, sino que también sirve de referencia para varios contratos, prestaciones laborales, y tarifas dentro de la economía colombiana. Además, se produce en un momento político sensible, con elecciones generales programadas para 2026 y debates abiertos sobre la economía y la justicia social.
En años recientes, el Gobierno de Petro ha defendido incrementos del salario mínimo por encima de la inflación, argumentando que es una herramienta para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y dinamizar la economía.

