El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), bajo el liderazgo de su directora nacional Astrid Cáceres, viene fortaleciendo de manera sostenida su presencia institucional en el departamento de Nariño, con especial énfasis en el municipio de Pasto, donde se adelanta una amplia labor misional orientada a la protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Así lo dio a conocer el director encargado del ICBF regional Nariño, Luis Alberto Higuera Malaber, quien destacó que el 2025 ha sido un año de intenso trabajo, especialmente en los procesos de restablecimiento de derechos de menores de edad vinculados al sistema de responsabilidad penal para adolescentes, así como en la atención integral a poblaciones en condición de vulnerabilidad.
Propósito
El funcionario explicó que, de manera paralela, el Instituto viene desarrollando acciones articuladas con las familias, madres lactantes y madres gestantes, con el propósito de fortalecer la unidad familiar y propiciar entornos protectores que garanticen condiciones adecuadas para el desarrollo integral de la niñez y la adolescencia en el territorio.
Higuera Malaber señaló que uno de los mayores desafíos en Nariño es la prevención del reclutamiento forzado y la utilización de niños, niñas y jóvenes en el conflicto armado, una problemática que continúa generando preocupación institucional. En este sentido, afirmó que el ICBF avanza en estrategias de prevención y acompañamiento para evitar tanto la reincorporación como la incorporación abusiva de menores a estas dinámicas de violencia.
Dentro de las apuestas estratégicas del Instituto se encuentra la inclusión social de niños y jóvenes del Pacífico nariñense, garantizando su acceso efectivo a los sistemas de salud y educación, como pilares fundamentales para romper ciclos de exclusión y vulnerabilidad que afectan históricamente a esta región.
Esfuerzo
De igual manera, el ICBF adelanta un trabajo riguroso con adolescentes en situación de calle y consumo de sustancias, procesos que, según el directivo, representan un esfuerzo significativo pero necesario para la recuperación de proyectos de vida y la protección de derechos fundamentales.
Finalmente, Higuera hizo un llamado a la corresponsabilidad social, señalando que el bienestar y el malestar de los niños es una responsabilidad compartida entre el Estado, el Gobierno, las familias y la ciudadanía. Reiteró el compromiso institucional de trabajar por un cierre de año sin niños afectados por pólvora, abuso o explotación laboral, como parte de la construcción de paz en el territorio.
De cara al 2026, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar anunció que continuará fortaleciendo su labor al servicio de la comunidad nariñense.

