Puerto Antioquia, la nueva terminal marítima ubicada en el Caribe colombiano, se prepara para entrar en operación con la aspiración de convertirse en un hub logístico estratégico y un motor de desarrollo que conecte al país con nuevas rutas del comercio global. Su principal diferenciador es una red privada LTE/5G de grado industrial, que lo posiciona como el primer puerto del país concebido desde su origen como una infraestructura nativa digital.
Tras casi cuatro años de construcción y una inversión cercana a los US$760 millones por parte de socios nacionales e internacionales, el proyecto ya es una realidad. “Queremos que sea el regalo de Navidad para los colombianos, para el país y para el mundo”, afirmó Alejandro Costa, CEO de Puerto Antioquia, en entrevista.
El megaproyecto, que a plena capacidad prevé movilizar alrededor de siete millones de toneladas de carga al año, está ubicado en el municipio de Turbo, en el Golfo de Urabá. Esta zona, reconocida por su actividad bananera, representa la salida natural del departamento de Antioquia hacia el mar Caribe, uno de los territorios más dinámicos del país y cuya capital es Medellín.
Una vez entre en funcionamiento, Puerto Antioquia se convertirá en la terminal marítima del Caribe más cercana a los principales centros productivos de Colombia. Esta ubicación estratégica permitirá reducir casi a la mitad las distancias logísticas, con una disminución significativa en costos operativos y en las emisiones de CO₂.
“Esto tendrá un impacto muy grande en la competitividad del país y en las comunidades aledañas, incluidas las de pescadores artesanales”, destacó Costa, al subrayar el alcance social y económico del proyecto.
La infraestructura combina una plataforma terrestre con un corredor marítimo de más de cuatro kilómetros que se extiende mar adentro hasta el muelle, lo que permitirá recibir grandes buques portacontenedores. Gracias a este diseño, las operaciones de carga y descarga se realizarán en cuestión de horas, frente a los procesos que hoy pueden tardar hasta tres días con barcos fondeados en la bahía.
ADN digital: un reto convertido en hito
El desarrollo de una infraestructura portuaria de esta magnitud implicó superar un desafío clave: garantizar conectividad segura, robusta y con capacidad de respuesta inmediata en un entorno abierto y altamente exigente. “Infraestructura física sin infraestructura digital no nos lleva a nada”, advirtió Costa, quien explicó que el enfoque digital, incorporado desde la fase de diseño, se traduce en mejoras sustanciales en la calidad del servicio, la confiabilidad y la reducción de riesgos operativos.
Este salto tecnológico fue posible gracias al despliegue de una red privada LTE/5G implementada por Movistar Empresas, con tecnología Nokia, diseñada para soportar operaciones portuarias críticas y procesos de automatización industrial.
A diferencia de las redes móviles tradicionales, se trata de una red inalámbrica, convergente y exclusiva para el puerto, libre de interferencias y con cobertura total de la infraestructura. “Garantiza operaciones más eficientes y seguras, listas para la automatización”, explicó Fabián Hernández, presidente de Movistar Colombia.
La implementación de la red representó una inversión cercana a los US$1,6 millones y se apoya en siete antenas capaces de gestionar miles de dispositivos conectados en entornos industriales. Su administración centralizada permite anticipar incidentes, mientras que la transmisión de datos se realiza a través de una red de fibra óptica de alta capacidad.
“Contar con esta red no solo facilita la articulación interna en tiempo real, sino también la conexión con todos los clientes, tanto del lado terrestre como marítimo, asegurando una operación integrada”, añadió Costa.
Más que una capa tecnológica, esta red funciona como el ADN del puerto y el núcleo de su sistema operativo. “Lo más importante es que toda la cadena, de punta a punta, maneje la misma información en tiempo real para garantizar un servicio de alta calidad”, concluyó el CEO de Puerto Antioquia.

