Seis meses después de protagonizar uno de los episodios más comentados del mundo del espectáculo y las redes sociales en 2025, Kristin Cabot habló por primera vez del escándalo que la convirtió en tendencia global tras aparecer en la kiss cam durante un concierto de Coldplay.
El hecho ocurrió el 16 de julio, en el Estadio Gillette de Foxborough, Massachusetts, mientras la banda británica se presentaba ante miles de fanáticos. En medio del show, la cámara enfocó a Cabot —entonces directora de Recursos Humanos de la empresa tecnológica Astronomer— junto a Andy Byron, CEO de la misma compañía. Ambos se mostraban cercanos y afectuosos hasta que advirtieron que estaban siendo proyectados en las pantallas del estadio. El intento incómodo por apartarse solo incrementó las sospechas.
La polémica estalló debido a que ambos tenían pareja y familias en ese momento, lo que desató acusaciones de infidelidad y un intenso escrutinio público. El video se viralizó en cuestión de horas, fue reproducido millones de veces y convirtió a sus protagonistas en blanco de burlas, críticas y memes en todo el mundo.
“Tomé una mala decisión”
En una entrevista con The New York Times, Kristin Cabot asumió su responsabilidad y reconoció que su comportamiento fue inapropiado. “Tomé una mala decisión. Tomé un par de High Noons, bailé y actué de forma inapropiada con mi jefe”, declaró.
Según relató, ese breve momento tuvo consecuencias irreversibles en su vida personal y profesional. Poco después del escándalo, presentó su renuncia, una decisión que aseguró haber tomado de manera consciente. “Asumí la responsabilidad y renuncié a mi carrera por eso. Ese fue el precio que elegí pagar”, afirmó.
Aunque con el paso del tiempo Astronomer le ofreció la posibilidad de regresar a su cargo, Cabot rechazó la propuesta. Explicó que no quería volver a un entorno en el que sentía que su imagen había quedado marcada. “Me convertí en un meme. Fui la gerente de recursos humanos más difamada en la historia de recursos humanos”, dijo.
El impacto personal del escándalo
Más allá de lo laboral, Cabot confesó que el episodio afectó profundamente su vida familiar, especialmente la relación con sus hijos. “Están enfadados conmigo. Y pueden estarlo por el resto de sus vidas. Tengo que aceptarlo”, reconoció.
La viralización del video también tuvo un lado más oscuro. Según contó, llegó a recibir hasta 600 llamadas diarias y alrededor de 60 amenazas de muerte, una situación que la obligó a replantearse por completo su exposición pública.
“La gente decía que yo era una cazafortunas o que había llegado a la cima acostándome con alguien. Eso está totalmente lejos de la realidad”, señaló al referirse a los comentarios que circularon masivamente en redes sociales.
Cabot lamentó haber perdido amistades y vínculos familiares que nunca volvieron a contactarla tras el escándalo y admitió que la carga emocional de ese periodo fue devastadora.
Mientras Andy Byron optó por mantenerse en silencio y también dejó su cargo como CEO de Astronomer, Kristin Cabot decidió contar su versión para visibilizar el impacto humano detrás de un momento viral que trascendió el entretenimiento y marcó su vida para siempre.

