En los pasillos, aulas y espacios comunes de la Universidad de Nariño, la labor silenciosa de quienes cuidan la institución resulta fundamental para el desarrollo académico y humano de la comunidad universitaria.
Ángela Patricia Ortega es una de esas personas que, con constancia y dedicación, ha acompañado durante tres años el día a día del alma mater nariñense desempeñándose como conserje.
Crecer
Su trabajo ha sido clave para mantener en óptimas condiciones los espacios que a diario reciben a estudiantes, docentes y administrativos, contribuyendo al buen funcionamiento de la universidad.
Más allá de su labor operativa, Ángela Patricia ha encontrado en la Universidad de Nariño un escenario para crecer personal y profesionalmente, fortaleciendo su proyecto de vida.
Durante este tiempo, su paso por la institución también le ha permitido seguir estudiando y avanzar en la construcción de nuevas oportunidades para ella y su familia.
Historia
Con esfuerzo y dedicación, su historia refleja que el conocimiento no solo se edifica en las aulas, sino también gracias a quienes protegen, cuidan y resguardan los espacios académicos.
Desde la Universidad de Nariño se destacó su compromiso y vocación de servicio, resaltando el valor humano que aportan quienes trabajan desde distintos roles al fortalecimiento institucional.
“Cada meta alcanzada es también un acto de cuidado hacia el futuro”, señalaron desde la institución, al reconocer la labor de Ángela Patricia Ortega.
Su ejemplo resalta la importancia de la disciplina, la responsabilidad y la perseverancia como pilares para alcanzar sueños y transformar realidades.

