
Autoridades colombianas investigan videos inéditos del violento asalto a una mina ubicada en el municipio de Maripí, Boyacá, ocurrido el pasado 12 de diciembre, que involucró a un comando armado de al menos 37 personas con uniformes, armas y explosivos. El episodio no sólo fue catalogado como un robo, sino que podría tener vínculos con el asesinato de dos de los más poderosos esmeralderos del país, ejecutados por francotiradores en Bogotá.
Las imágenes obtenidas por las autoridades muestran cómo el grupo irrumpió en la mina Cunas, de Esmeraldas Santa Rosa, destruyendo equipos, cámaras y sistemas de comunicación mientras retuvieron por alrededor de 11 horas a 71 trabajadores, obligándolos a descender por los túneles.
Hechos clave del asalto
- El comando armado violó la seguridad de la mina alrededor de las 17:26 horas, despojando de sus armas al personal de seguridad privada y avanzando con explosivos y taladros hidráulicos.
- A pesar de que los atacantes destruyeron la mayoría de las cámaras de seguridad, algunos equipos lograron registrar la violencia del hecho, incluyendo detonaciones y comunicación interna con punteros láser.
- El Ejército y la Policía encontraron armas automáticas abandonadas por integrantes del comando que lograron huir tras la intervención de las fuerzas de seguridad.
Daños materiales y consecuencias
La operación criminal dejó a la mina prácticamente fuera de operación, con daños estimados en más de 2 millones de dólares por los equipos destruidos y la interrupción de la producción.
Voceros de la empresa afectada han señalado su preocupación, ya que la Fiscalía ha tipificado el hecho como hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas, en lugar de calificarlo como violencia organizada o crimen con impacto económico y de seguridad regional.
Posibles vínculos y contexto
La mina asaltada pertenece a socios de Jesús Hernando Sánchez y Pedro Aguilar, los esmeralderos que fueron asesinados recientemente en Bogotá con francotiradores, un caso que encendió alertas sobre violencia y disputas dentro del sector esmeraldero.
Aunque todavía no se ha establecido una relación directa entre ambos hechos, investigadores indagan si existe una estrategia criminal coordinada para desestabilizar o controlar las operaciones esmeralderas en Boyacá.
Acciones de las autoridades
Tras el asalto, más de 200 efectivos entre Ejército, Policía y CTI fueron desplegados para asegurar la zona, capturar a los responsables y recolectar evidencia. Además, se incautaron armas, munición, radios de comunicación, explosivos y otros elementos usados por los atacantes.
Por ahora, 29 de los asaltantes lograron escapar, retirando sus uniformes y mezclándose entre los trabajadores de la mina, lo que complica las labores de identificación y judicialización.
