La investigación por el crimen de dos niñas envenenadas con talio tras consumir frambuesas con chocolate en Bogotá ha dado un nuevo giro. La Fiscalía General de la Nación amplió las líneas de investigación y analiza ahora otros domicilios y paquetes realizados por Zulma Guzmán Castro, la empresaria señalada como principal sospechosa en este caso.
El episodio ocurrió en abril de 2025, cuando un domicilio de frambuesas contaminadas llegó al apartamento de una familia del norte de la capital. Las menores, de 13 y 14 años, ingirieron las frutas y fallecieron luego de sufrir intoxicación por talio, una sustancia altamente tóxica.
Rastreos internacionales y mensajes desde el extranjero
Después de que la Interpol emitiera una circular roja para ubicar a Guzmán Castro, autoridades internacionales la localizaron en Londres, donde quedó bajo custodia en un hospital tras un aparente intento de suicidio en el río Támesis. Su defensa ha negado su responsabilidad, mientras la Fiscalía coordina su posible extradición o deportación a Colombia.
Además, se investigan mensajes y movimientos de celulares vinculados a la empresaria enviados desde el extranjero, lo que ha permitido a las autoridades trazar rutas de comunicación y posibles conexiones con personas que recibieron otros paquetes enviados por ella.
Nuevas entregas bajo escrutinio
La Fiscalía decidió revisar todos los envíos realizados por Guzmán tanto antes como después del crimen, ya que en uno de ellos —el que contenía las frambuesas— se identificó la presencia de talio. En particular, se indaga si otros domicilios y destinatarios están relacionados con el caso o con otros hechos similares.
Se sabe que las autoridades también están interrogando a allegados y conocidos de Juan de Bedout, padre de una de las víctimas, para determinar si las personas que recibieron estos paquetes tenían algún nexo con la familia o con la sospechosa.
Relaciones personales y posibles móviles
La investigación ha cobrado mayor complejidad con la aparición de información sobre la relación entre Guzmán y un economista vinculado al caso, así como la revisión de otros episodios de exposición al talio en su entorno familiar, incluido el de una mujer fallecida años atrás.
Las autoridades continúan recabando pruebas y testimonios mientras el proceso judicial sigue su curso bajo reserva, dada la gravedad de los hechos y la participación de menores de edad.