Científicos han descubierto que ciertas bacterias que habitan en aguas termales producen un compuesto natural capaz de proteger contra la radiación ultravioleta. Estas bacterias, conocidas por sobrevivir en condiciones extremas de calor y radiación, desarrollaron un mecanismo biológico que actúa como un auténtico protector solar.
El descubrimiento despierta un enorme interés porque este compuesto podría reemplazar los filtros UV sintéticos usados actualmente en la mayoría de los protectores solares comerciales.
Cómo funciona este protector solar natural
Las bacterias producen moléculas que absorben y bloquean la radiación ultravioleta antes de que dañe su material genético. Este mecanismo natural es altamente eficiente y estable incluso bajo exposición solar intensa, una característica clave para su posible uso en productos dermatológicos.
A diferencia de muchos filtros químicos tradicionales, este protector solar biológico no penetra en profundidad en la piel ni genera subproductos tóxicos al exponerse al sol.
Menos alergias y menos efectos secundarios
Uno de los principales problemas de los protectores solares actuales es que algunos filtros UV pueden provocar irritaciones, reacciones alérgicas o sensibilidad cutánea, especialmente en personas con piel delicada.
El compuesto producido por estas bacterias no ha mostrado causar reacciones adversas, lo que lo convierte en una alternativa prometedora para personas con piel sensible, niños y pacientes con afecciones dermatológicas.
Beneficios también para el medio ambiente
Además de sus ventajas para la salud humana, este protector solar natural podría reducir el impacto ambiental. Diversos estudios han señalado que ciertos filtros UV sintéticos dañan ecosistemas marinos, en especial los arrecifes de coral.
Al ser biodegradable y de origen biológico, el compuesto bacteriano representaría una opción mucho más amigable con el medio ambiente, alineándose con la creciente demanda de productos sostenibles.
El futuro de la fotoprotección
Aunque aún se requieren estudios clínicos y procesos de producción a gran escala, los investigadores consideran que este hallazgo podría marcar el inicio de una nueva generación de protectores solares.
La combinación de eficacia, seguridad y sostenibilidad posiciona a este protector solar natural como una posible solución a largo plazo frente a los problemas asociados con los productos actuales.
Un paso más de la biotecnología aplicada a la salud
Este descubrimiento refuerza el valor de la biotecnología y del estudio de microorganismos extremófilos, que continúan ofreciendo soluciones innovadoras para desafíos médicos y ambientales.
En el futuro, proteger la piel del sol podría depender más de la naturaleza que de la química sintética.