En el norte del departamento del Cauca, persiste la violencia armada contra líderes sociales y comunidades indígenas, una situación que continúa escalando en los últimos días. En las últimas 24 horas, se han registrado al menos dos atentados que dejan claro el peligro que enfrentan las personas comprometidas con la paz y la defensa de sus territorios. Uno de los ataques tuvo como objetivo a un integrante del esquema de seguridad de un firmante del Acuerdo de Paz, mientras que otro afectó a la concejala indígena Ángela María Baltasar Yonda.
Ataques
El primer ataque ocurrió en el resguardo indígena Munchique Los Tigres, en el municipio de Santander de Quilichao, donde hombres armados intentaron bloquear el paso de un vehículo. A pesar de que el conductor no detuvo la marcha, los agresores abrieron fuego, hiriéndolo gravemente en una pierna. La rápida acción de la comunidad indígena permitió trasladarlo de urgencia al hospital, donde recibe atención médica.
Por otro lado, el atentado contra la concejala Ángela María Baltasar Yonda se produjo cuando se desplazaba hacia el casco urbano del municipio. Hombres armados en motocicleta intentaron interceptar el vehículo en el que viajaba, pero gracias a la rápida reacción de su esquema de seguridad, la lideresa logró salir ilesa.
Estos incidentes reflejan la intensificación del conflicto armado en el norte del Cauca, donde grupos ilegales se disputan el control de territorios. Líderes indígenas y sociales temen que estos atentados sean parte de un plan sistemático para desestabilizar la región, lo que genera un clima de alerta y preocupación entre las comunidades.