Estados Unidos despliega personal militar en Ecuador para reforzar la lucha contra el narcotráfico

El Gobierno de Estados Unidos confirmó este miércoles el envío de personal de su Fuerza Aérea a la ciudad ecuatoriana de Manta, en la provincia de Manabí, como parte de una operación de carácter temporal orientada a combatir el narcotráfico en la región. La iniciativa se enmarca en un esfuerzo conjunto con las Fuerzas Armadas de Ecuador para debilitar las principales rutas del tráfico de drogas.

Según informó la embajada estadounidense a través de la red social X, el despliegue forma parte de una cooperación bilateral de seguridad de corto plazo, alineada con acuerdos vigentes y ajustada a la legislación ecuatoriana. Washington destacó que la operación busca fortalecer las capacidades locales en tareas de inteligencia y control, con el objetivo de enfrentar amenazas compartidas.

De acuerdo con el comunicado, la presencia del personal militar estadounidense permitirá mejorar la recopilación de información y las acciones contra organizaciones dedicadas al narcotráfico, a las que calificó como narcoterroristas, y contribuirá a la protección tanto de Ecuador como de Estados Unidos.

Por su parte, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, señaló que la activación de esta operación conjunta en Manta responde a una estrategia de seguridad de largo plazo entre ambos países. En un mensaje difundido también en redes sociales, aseguró que el apoyo estadounidense facilitará la identificación y desarticulación de las redes criminales dedicadas al tráfico de drogas.

Desde el Ministerio de Defensa, las autoridades indicaron que la información disponible es la que ha sido difundida oficialmente por la embajada estadounidense. No obstante, confirmaron que en días recientes arribaron aeronaves con material de carácter militar y recordaron que los detalles de este tipo de operaciones son de carácter reservado.

El despliegue se produce apenas un mes después de que la ciudadanía ecuatoriana rechazara en un referéndum la instalación de bases militares extranjeras en el país. En ese contexto, tanto Quito como Washington subrayaron el carácter temporal de la operación y su desarrollo bajo el marco legal ecuatoriano.