Migrar no debería significar perder derechos, sino encontrar oportunidades y respeto.

Migrar con dignidad: una responsabilidad compartida del mundo

Este 18 de diciembre, la comunidad internacional conmemora el Día Internacional de las Personas Migrantes, una fecha que trasciende la efeméride para convertirse en un llamado urgente a la conciencia colectiva. Proclamada por la Organización de las Naciones Unidas, la jornada busca reconocer la valentía de millones de personas que han dejado atrás su hogar, así como el aporte invaluable que realizan a las sociedades que los acogen.

La migración es hoy una de las expresiones más claras de las desigualdades globales. Conflictos armados, crisis económicas persistentes, persecuciones políticas, violencia, desastres naturales y el impacto creciente del cambio climático obligan a millones de personas a desplazarse. Actualmente, más de 280 millones de personas migrantes viven fuera de su país de origen, muchas de ellas enfrentando trayectos peligrosos, incertidumbre legal y múltiples formas de exclusión social.

En este contexto, la conmemoración del 18 de diciembre subraya la necesidad de avanzar hacia políticas públicas que garanticen una migración humana, segura, ordenada y regular, centrada en el respeto irrestricto de los derechos humanos. A lo largo del mundo, organismos internacionales, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil desarrollan actividades de sensibilización para combatir la xenofobia, el racismo y los discursos de odio, que continúan alimentando la estigmatización y la violencia contra las personas migrantes.

La fecha recuerda también la importancia de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, un instrumento fundamental que reafirma principios de igualdad, justicia y dignidad, y que establece la obligación de los Estados de proteger a esta población, sin distinción de origen o estatus migratorio.

Más allá de los números y las políticas, el Día Internacional de las Personas Migrantes pone rostro humano a la migración: historias de resiliencia, sacrificio y esperanza que enriquecen culturalmente a las sociedades y fortalecen sus economías. La jornada invita a repensar la migración no como una amenaza, sino como una realidad humana que exige empatía, solidaridad y cooperación global. Solo así será posible construir un mundo donde migrar no signifique perder derechos, sino encontrar oportunidades y respeto.

El Día Internacional de las Personas Migrantes llama a reconocer la migración como un fenómeno humano que exige respeto, inclusión y garantía de derechos, promoviendo acciones colectivas para proteger la dignidad de quienes buscan un futuro mejor.