Un artículo de opinión advierte sobre la normalización de una nueva forma de antisemitismo que, según su planteamiento, se presenta hoy como socialmente aceptable y hasta “de moda” en ciertos espacios políticos, culturales y mediáticos.
El texto sostiene que este fenómeno suele manifestarse bajo el rótulo del antisionismo, que en muchos casos deja de ser una crítica puntual a las políticas del Estado de Israel para convertirse en una generalización hostil hacia el pueblo judío. De acuerdo con el autor, el cambio no está en el contenido del odio, sino en el lenguaje con el que se expresa.
El artículo señala que este tipo de discursos tiende a relativizar o justificar actitudes discriminatorias, contribuyendo a la deshumanización y estigmatización de comunidades judías. A su vez, advierte que estas expresiones no permanecen en el plano simbólico, sino que pueden derivar en agresiones, exclusión social y hechos de violencia.
Asimismo, se cuestiona el rol de determinados sectores ideológicos que, bajo banderas políticas o causas sociales, terminan tolerando o promoviendo mensajes que reproducen prejuicios históricos.
La columna concluye que el antisemitismo no ha desaparecido, sino que ha adoptado nuevas formas, más sutiles y difíciles de confrontar, lo que representa un desafío para la convivencia democrática y la defensa de los derechos humanos.

