Santa Marta y su centro histórico: entre la recuperación patrimonial y el abandono

El centro histórico de Santa Marta, reconocido como uno de los más antiguos de Colombia, se encuentra hoy en una encrucijada marcada por los esfuerzos de recuperación patrimonial y las persistentes señales de abandono. Sus calles, plazas y edificaciones coloniales representan una parte fundamental de la memoria histórica del país y un atractivo turístico de gran valor, pero también reflejan las dificultades estructurales que enfrenta la ciudad para conservar su patrimonio de manera integral y sostenible.

En los últimos años, las autoridades locales han impulsado proyectos de renovación urbana con el objetivo de revitalizar el centro histórico. La recuperación de fachadas, la adecuación de espacios públicos y la intervención de sectores emblemáticos han buscado mejorar la imagen del área y fortalecer su vocación turística. Estas acciones han permitido que algunos puntos del centro se conviertan en escenarios culturales y comerciales que atraen tanto a visitantes como a samarios.

Sin embargo, estos avances conviven con problemáticas que siguen sin resolverse. Varias edificaciones patrimoniales permanecen en estado de deterioro, algunas incluso en riesgo de colapso, debido a la falta de mantenimiento y a disputas legales sobre su propiedad. A esto se suman problemas de inseguridad, informalidad y presencia de habitantes en condición de vulnerabilidad, factores que generan una percepción de abandono en ciertos sectores y afectan la dinámica social del centro.

Los comerciantes y residentes del área señalan que la recuperación no puede limitarse únicamente a intervenciones estéticas. Aunque reconocen mejoras en la infraestructura, advierten que sin políticas sociales, mayor seguridad y apoyo económico, los esfuerzos resultan insuficientes. La actividad comercial, clave para la vitalidad del centro histórico, se ve afectada por la disminución del flujo constante de visitantes fuera de las temporadas turísticas.

El centro histórico de Santa Marta también enfrenta el desafío de la gentrificación. El aumento del interés turístico y comercial ha encarecido los arriendos y ha desplazado a habitantes tradicionales, transformando la identidad del sector. Este fenómeno genera un debate sobre cómo promover el desarrollo sin sacrificar la memoria colectiva ni excluir a las comunidades que han dado vida al centro durante décadas.

Expertos en patrimonio coinciden en que la recuperación del centro histórico debe abordarse desde una visión integral que articule conservación, desarrollo económico y bienestar social. Santa Marta tiene en su centro histórico una oportunidad única para fortalecer su identidad cultural y dinamizar su economía, pero el reto está en evitar que la recuperación conviva con el abandono. El futuro de este emblemático sector dependerá de políticas sostenidas que garanticen su preservación y lo conviertan en un espacio vivo, seguro y accesible para todos.