El Gobierno nacional presentó un balance de los avances alcanzados en el marco de la Reforma Agraria, destacando la gestión de millones de hectáreas destinadas a la formalización de la propiedad rural y al fortalecimiento del acceso a la tierra para campesinos, comunidades étnicas y pequeños productores. Según el informe oficial, estas acciones buscan corregir desigualdades históricas en la distribución de la tierra y dinamizar el desarrollo económico del campo colombiano.
Entre los principales logros señalados se encuentran la recuperación de tierras improductivas, la entrega de títulos de propiedad y el impulso a programas de crédito rural, asistencia técnica y apoyo a proyectos productivos. El Ejecutivo sostiene que estas medidas han permitido mejorar la seguridad jurídica de los campesinos y fomentar la producción agrícola con enfoque social y ambiental.
No obstante, el proceso también ha enfrentado críticas y desafíos, especialmente por la lentitud en algunos trámites, la resistencia de ciertos sectores y los problemas de seguridad en zonas rurales. A pesar de ello, el Gobierno ha reafirmado su compromiso de continuar con la Reforma Agraria como uno de los pilares de su política social, enfatizando que el fortalecimiento del campo es clave para la paz, la seguridad alimentaria y el crecimiento sostenible del país.

