Remedios, Antioquia — La tragedia que el pasado 14 de diciembre de 2025 enluta a Antioquia y al país entero continúa en la mira de familiares, autoridades e investigadores por las múltiples incógnitas que rodean las causas del siniestro vial en el que perdieron la vida 17 personas, entre ellas 16 estudiantes egresados del Liceo Antioqueño de Bello, y que dejó además alrededor de 20 heridos.
El accidente —que ocurrió en el tramo de carretera que conecta los municipios de Segovia y Remedios— se presentó en la madrugada cuando el bus que regresaba de una excursión de fin de año desde Tolú y Coveñas (Sucre) se salió de la vía y cayó por un precipicio de más de 80 metros, según reportaron inicialmente autoridades locales.
Versiones encontradas sobre la causa
Desde los primeros minutos después de la tragedia, la hipótesis oficial inicial que manejaban algunos voceros de las autoridades apuntaba a un posible microsueño del conductor —una breve pérdida de atención o somnolencia al volante— como explicación del siniestro.
Sin embargo, las familias de las víctimas han rechazado esta versión y plantean una explicación distinta basada en testimonios de las propias víctimas antes del accidente y de sobrevivientes. Según narra Óscar Gutiérrez, abuelo de una de las estudiantes fallecidas, su nieta llamó a su madre durante el retorno porque el bus presentaba fallas mecánicas desde antes, incluyendo paradas constantes y problemas de ventilación. Gutiérrez sostiene que eso “no fue por microsueño” sino que el vehículo ya venía en malas condiciones.
Otra versión de un sobreviviente indica que antes de emprender el regreso se detectó un desperfecto eléctrico que obligó a una parada prolongada en el sector de Coveñas, aunque en ese relato el testigo no mencionó fallas continuas durante todo el trayecto. También aseguró que el bus iba a alta velocidad en el momento del siniestro.
Testimonios y escenas de dolor
El relato de los familiares ha sido desgarrador: algunos mencionan que los estudiantes estaban inquietos por el mal estado del vehículo y que pedían otro transporte, sin que esa solicitud fuese atendida por quienes organizaban el viaje.
Mientras tanto, rescatistas y autoridades confirmaron que un joven sobreviviente fue quien logró salir del lugar del accidente y buscar ayuda, tras emprender una caminata por la montaña hasta alcanzar la carretera principal y alertar a los servicios de emergencia.
Balance de víctimas y atención médica
Las cifras oficiales han sido actualizadas en varias ocasiones: el número de fallecidos ascendió a 17 personas, casi todos estudiantes de grado 11 del Liceo Antioqueño, y los heridos, cerca de 20, han sido trasladados a hospitales en los municipios de Remedios, Segovia y Medellín para recibir atención médica.
Los equipos de bomberos, organismos de socorro y autoridades locales han participado en las labores de rescate desde las primeras horas, labor que se vio dificultada por la geografía agreste de la zona donde ocurrió el accidente.
Investigación y exigencias de las familias
Las versiones contrapuestas han impulsado a las familias de las víctimas y a la comunidad en general a exigir una investigación exhaustiva y transparente para determinar las causas reales del accidente. Además del debate sobre el microsueño, la atención se ha desplazado a posibles fallas mecánicas del bus, el mantenimiento del vehículo y la responsabilidad de la empresa de transporte que prestó el servicio.
Autoridades locales han señalado que el caso está en manos de los organismos de investigación competentes, incluyendo la Policía de Tránsito y Transporte, la Fiscalía y peritos especializados en accidentes viales, quienes trabajan en la reconstrucción de los hechos y en el análisis de pruebas como el estado del vehículo, registros de velocidad y condiciones de la vía.
Las familias, por su parte, han iniciado jornadas de despedida y homenaje a las víctimas, mientras la comunidad educativa del Liceo Antioqueño y la administración del municipio de Bello han expresado su dolor y acompañamiento.

