Una nueva polémica sacude al Instituto Departamental de Deportes del Meta
(Idermeta) tras la decisión de su director, Luis Carlos Londoño, de alquilar el
coliseo Álvaro Mesa Amaya de Villavicencio a la empresa Interrapidísimo para la
realización de un evento privado. La controversia surge porque este escenario fue
entregado exclusivamente para actividades deportivas, no para espectáculos ni
montajes ajenos a su finalidad original.
Advertencia
La situación resulta aún más delicada si se tiene en cuenta que el propio
constructor del coliseo advirtió de manera clara y formal que no podían realizarse
eventos artísticos o actividades que implicaran cargas adicionales dentro del
recinto. Según los informes técnicos, la estructura del coliseo cuenta con un
maderamen altamente sensible, el cual podría sufrir daños irreparables si no se
respetan estrictamente los lineamientos establecidos desde su diseño y
construcción.
Riesgo
Las advertencias no se quedaron solo en el plano técnico. También se dejó
constancia de que las pólizas de seguro no cubrirían eventuales daños si Idermeta
decidía ignorar las recomendaciones del constructor. En otras palabras, cualquier
afectación derivada de este tipo de eventos tendría que ser asumida directamente
con recursos públicos, lo que representa un riesgo financiero considerable para el
departamento.
