El proyecto de Reforma de la Salud 2.0, promovido por el gobierno del presidente Gustavo Petro, sufrió un nuevo revés en el Congreso de Colombia después de que la Comisión Séptima del Senado aprobara la ponencia de archivo con una votación de 8 votos a favor y 5 en contra, lo que detiene el avance de la iniciativa en su trámite legislativo. La decisión representa un duro golpe político para el Ejecutivo, que había planteado la reforma como una pieza clave para transformar la prestación del servicio de salud en el país.
📌 Contexto legislativo y situación actual
La reforma, conocida como Salud 2.0, fue radicada en agosto de 2024 por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, como una continuación del intento de modificar el sistema sanitario colombiano después del hundimiento de una primera versión en 2024. La iniciativa planteaba cambios estructurales, como redefinir el papel de las EPS (Empresas Promotoras de Salud), fortalecer la atención primaria y garantizar la salud como un derecho fundamental con mayor intervención del Estado.
Tras superar dos debates en la Cámara de Representantes, el proyecto llegó a la Comisión Séptima del Senado, un escenario tradicionalmente complejo para el Gobierno, donde finalmente se archivó por no reunir el apoyo necesario para continuar con su trámite.
🏛️ Reacciones del Gobierno
El Ejecutivo rechazó de plano la decisión. Voceros del Gobierno, entre ellos el ministro Jaramillo, calificaron la votación como un retroceso que “blindó el negocio de la salud” al mantener el sistema actual sin reformas profundas para redistribuir recursos y mejorar la atención ciudadana. Según el oficialismo, archivar la reforma no resuelve los problemas de acceso ni las deficiencias estructurales del sistema de salud.
El Gobierno también planteó que la reforma contaba con avales fiscales y estudios técnicos que garantizaban su viabilidad económica a largo plazo, buscando responder a las inquietudes de sostenibilidad fiscal planteadas por congresistas.
A través de redes sociales y comunicados, el presidente Petro y miembros de su coalición insistieron en que el país necesita una transformación del modelo sanitario para asegurar que el dinero público llegue directamente a los servicios de salud en lugar de a intermediarios privados. La postura del Ejecutivo mantiene el enfoque en la salud como un derecho fundamental, en línea con su proyecto político.
📣 Reacciones de la oposición
La oposición celebró la decisión del Senado, argumentando que la reforma no contaba con claridad sobre su financiamiento real ni garantías de sostenibilidad. Congresistas contrarios al proyecto aseguraron que la iniciativa generaba incertidumbre fiscal y carecía de consensos técnicos suficientes, lo que justificó su archivo.
Sectores políticos consultados calificaron la votación como una muestra de la pérdida de fuerza legislativa del Gobierno en el cierre de su mandato, marcado por varias derrotas como el hundimiento de la reforma tributaria y otras iniciativas emblemáticas. La oposición sostuvo que estas decisiones fortalecen el equilibrio de poderes y preservan el debate democrático sobre temas de gran impacto social.
🔄 ¿Qué sigue? Apelación y próximos pasos
Tras el archivo, varios senadores, incluidos Fabián Díaz y Wilson Arias, anunciaron su intención de apelar la decisión, lo que llevaría el caso a la plenaria del Senado para una nueva evaluación. Esta apelación podría reabrir el debate sobre la reforma, aunque todavía persisten fuertes divisiones políticas que dificultan su avance.
Además, si la reforma no se reactiva y supera los debates faltantes antes del 20 de junio de 2026 —fecha límite para su trámite legislativo en esta legislatura—, quedará definitivamente hundida.

