Paro armado del ELN siembra miedo y paraliza regiones clave del país

La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional ordena una jornada de violencia que deja decenas de ataques, restricciones a la movilidad y críticas del Gobierno, en medio de un contexto de paz estancada y aumento de la inseguridad.

Bogotá, 16 de diciembre de 2025 — Un paro armado de 72 horas ordenado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha generado zozobra y violencia en varias zonas de Colombia, evidenciando el debilitamiento de la seguridad en regiones históricamente afectadas por el conflicto armado.

La acción, que se extenderá hasta el miércoles 17 de diciembre, ha derivado en más de 50 ataques violentos según reportes oficiales, incluidos atentados con cilindros bomba, quema de vehículos y bloqueos en carreteras. Las regiones más afectadas son Norte de Santander, Cauca, Antioquia, Santander, La Guajira, Sucre y Chocó.

Entre los hechos más graves se cuentan ataques a peajes y vías principales, así como el asesinato de un conductor de ambulancia en medio de un enfrentamiento armado atribuido a la guerrilla, y el uso de artefactos explosivos que han paralizado el tránsito en importantes corredores viales del país.

El paro armado, una táctica que implica amenazas y uso de violencia para forzar el cese de actividades económicas y sociales en ciertas áreas, ha generado alarma por sus efectos directos sobre la población civil: restricción de movilidad, cierres de comercios y suspensión de servicios públicos en zonas rurales y semiurbanas.

Frente a esta escalada, la Delegación del Gobierno Nacional en los diálogos de paz con el ELN rechazó de manera enérgica esta medida, calificándola como una imposición que afecta a comunidades enteras y subraya la necesidad de liberar a las personas que aún permanecen en manos de la guerrilla.

El presidente Gustavo Petro exhortó a la ciudadanía a mantener la calma y celebrar las festividades decembrinas con tranquilidad, a pesar de las advertencias de los grupos armados que buscan limitar la normalidad.

Este episodio ocurre en medio de un contexto en el que están suspendidas las conversaciones de paz con el ELN desde inicios de 2025, tras una serie de ataques que desplazaron a decenas de miles de personas y deterioraron la confianza entre las partes.

Las autoridades han reforzado la presencia de fuerzas del orden en los corredores viales y ciudades cercanas a los focos de violencia, mientras que organizaciones de derechos humanos han alertado sobre la vulneración de derechos fundamentales al limitarse la libre circulación y actividades económicas de la población civil.