El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a pronunciarse de manera contundente tras la victoria del candidato José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile, celebradas el pasado 14 de diciembre de 2025. La elección de Kast, líder del Partido Republicano y figura asociada a la derecha conservadora chilena, no solo ha generado un giro político en el vecino país, sino que también ha desatado una fuerte polémica diplomática y política en la región.
Críticas duras desde Colombia
Mediante varios mensajes difundidos en su cuenta de la red social X, Petro calificó el resultado como una derrota para los sectores progresistas y alertó sobre lo que él denomina el avance de corrientes políticas que, a su juicio, amenazan los valores democráticos. En uno de los trinos más citados —y que generó amplio debate— afirmó: “La derrota en Chile es como si la Cabal o Rubio ganaran en Colombia”, en referencia a la precandidata uribista María Fernanda Cabal y al secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, figuras que representan opciones de derecha en sus respectivos contextos políticos.
Petro también lanzó frases polémicas con fuerte carga histórica y simbólica, asegurando que “el fascismo avanza” y subrayando que “jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi”, en alusión al padre de Kast y a la interpretación que él hace de las corrientes políticas de extrema derecha.
Contexto político en Chile
La victoria de José Antonio Kast, confirmada con alrededor del 58 % de los votos frente al 42 % de su rival Jeannette Jara, marca un giro claro hacia la derecha en la política chilena. Kast —abogado de 59 años, conocido por posturas conservadoras en temas como migración, seguridad y políticas sociales— será el primer mandatario identificado con esa tendencia desde el retorno a la democracia en Chile tras la dictadura de Augusto Pinochet.
Analistas internacionales describen este resultado como parte de un fenómeno más amplio de cambios de orientación política en varios países de América Latina, donde electorados han dado señales de cansancio frente a propuestas de izquierda, inclinándose por opciones percibidas como más duras frente a la inseguridad, la economía y la migración.
Reacciones y repercusiones regionales
Las declaraciones de Petro no quedaron sin respuesta. Según comunicados oficiales, el Gobierno de Chile presentó una nota de protesta formal a Colombia, calificando las declaraciones de Petro como una injerencia en asuntos internos y una falta de respeto hacia la soberanía de un país vecino.
Internacionalmente, varios mandatarios sí felicitaron a Kast tras el resultado, entre ellos líderes de países latinoamericanos con gobiernos de izquierda y centroizquierda, quien hablaron de la importancia del respeto a las decisiones democráticas pese a las diferencias ideológicas.
Un llamado y advertencias
Más allá de las críticas específicas, Petro lanzó un llamado de atención a los movimientos políticos progresistas de la región. En sus mensajes alertó sobre lo que considera un avance de fuerzas conservadoras que, según él, podrían afectar procesos electorales futuros, no solo en Chile sino también en otros países. Este enfoque pone de manifiesto las tensiones existentes y el clima de polarización política que atraviesan varias naciones de América Latina conforme se acercan elecciones importantes en 2026.

