Estas estudiantes de la Universidad Brown revivieron el miedo de un tiroteo escolar por segunda vez en sus vidas, luego del reciente incidente que obligó a confinar y evacuar el campus. Para ellas, el sonido de las alarmas y la presencia armada de la Policía activaron recuerdos traumáticos de su infancia, cuando aún estaban en la escuela.
“Siento como si tuviera 12 años otra vez”, relató una de las jóvenes, al describir la sensación de volver a esconderse, guardar silencio y esperar instrucciones para ponerse a salvo. Ambas estudiantes contaron que, aunque ahora son universitarias, el impacto emocional fue inmediato, similar al que experimentaron siendo niñas durante el primer tiroteo que marcaron sus vidas.
El episodio reabrió el debate sobre la violencia armada en entornos educativos y sus efectos a largo plazo en quienes la sobreviven. Expertos en salud mental advierten que revivir este tipo de situaciones puede reactivar traumas, incluso años después, y subrayan la importancia de que las universidades refuercen los protocolos de atención psicológica tras emergencias de este tipo.
La Universidad Brown informó que ningún estudiante resultó herido y que se activaron los protocolos de seguridad establecidos, mientras continúan las investigaciones para esclarecer lo ocurrido. Entretanto, para estas jóvenes, la experiencia dejó una huella profunda: sobrevivir no siempre significa estar ileso.