La carretera se cobra otra vida en el kilómetro 18

Una nueva tragedia sacudió a Nariño en la noche del viernes. A la altura del kilómetro 18, en la carretera que comunica a Pasto con Chachagüí, un violento siniestro vial cobró la vida de una persona, dejando una escena de desolación en medio del asfalto y las luces parpadeantes de los vehículos que se detenían a observar con horror.

De acuerdo con versiones preliminares, el accidente se registró cerca de las 9:30 p. m., cuando un vehículo que se desplazaba a alta velocidad habría perdido el control, impactando violentamente contra un obstáculo al costado de la vía. La víctima, que al parecer viajaba sola, falleció en el lugar de los hechos a causa de la gravedad de las lesiones.

Unidades de atención en carretera, paramédicos y agentes de la Policía de Tránsito acudieron de inmediato para atender la emergencia. Sin embargo, ya nada se podía hacer. Los uniformados acordonaron la zona mientras el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realizaba la inspección técnica del cadáver y recolectaba evidencias que ayuden a esclarecer las circunstancias del siniestro.

Procedimientos judiciales

La vía permaneció cerrada por varios minutos mientras se realizaban los procedimientos judiciales y se retiraban los restos del vehículo, que quedó totalmente destruido. Algunos testigos aseguran que el pavimento estaba húmedo, lo que habría contribuido al accidente, aunque las autoridades no descartan un posible exceso de velocidad o una falla mecánica.

El caso ha generado conmoción en la comunidad, ya que se suma a una preocupante serie de accidentes fatales registrados en los últimos meses en la vía Pasto–Chachagüí, una carretera de alto tránsito que conecta con el aeropuerto Antonio Nariño y que, según los conductores, se ha convertido en un “tramo de riesgo constante”.

“Cada semana escuchamos de choques o muertes en esta carretera. Hace falta más control, reductores de velocidad y mejor iluminación”, comentó un habitante de la zona, visiblemente afectado por la tragedia. Mientras tanto, las autoridades adelantan las investigaciones para establecer con precisión qué provocó el siniestro. Por ahora, el silencio de la noche y el olor a caucho quemado quedaron como testigos de otra vida perdida en las vías de Nariño, una región donde el dolor por los accidentes parece no tener descanso.