El Gobierno de Venezuela emitió un fuerte pronunciamiento tras denunciar que un buque petrolero de su propiedad habría sido incautado en el mar Caribe por fuerzas de Estados Unidos. A través de un comunicado difundido por TeleSur, el país calificó el hecho como un acto de “piratería internacional” y lo describió como un “robo descarado” que, según aseguran, incluso fue reconocido públicamente por el presidente estadounidense Donald Trump.
1. Señalamientos contra Donald Trump y antecedentes previos
En su comunicado, la Cancillería venezolana recordó que Trump ya había expresado en diversas ocasiones, incluso durante su campaña de 2024, su intención de apoderarse del petróleo venezolano sin compensación alguna. Para el Gobierno de Caracas, esta incautación encaja en un plan prolongado y deliberado para apropiarse de los recursos energéticos de Venezuela.
También enlazaron este incidente con otros episodios previos, como el caso de Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos. Caracas considera ese proceso como un “robo” orquestado mediante mecanismos judiciales que califican de fraudulentos. A su juicio, tanto lo ocurrido con Citgo como la supuesta incautación del buque responden a una política sistemática de agresión que busca debilitar a la República Bolivariana.
2. “Motivos económicos disfrazados de argumentos políticos”
El comunicado subraya que, contrario a lo que se afirma en algunos sectores sobre democracia, narcotráfico o migración, el verdadero interés detrás de esta incursión sería el petróleo venezolano. Para las autoridades del país, el episodio demuestra que las sanciones, presiones e intervenciones externas están orientadas exclusivamente a controlar sus recursos naturales estratégicos.
3. Reacción social y respaldo internacional
El Gobierno señaló que el pueblo venezolano salió a manifestarse en defensa de la paz y la soberanía nacional, y destacó que también se han registrado muestras de solidaridad en otros países, donde algunos ciudadanos protestaron contra lo que consideran abusos imperiales de Estados Unidos.
Para Venezuela, este episodio representa un intento de normalizar prácticas de piratería moderna como instrumento de presión geopolítica. Por ello, insistió en que la comunidad internacional debe rechazar estas acciones, calificándolas como violatorias del derecho internacional y un grave precedente contra la estabilidad global.
4. Acciones diplomáticas y defensa de la soberanía
El Gobierno venezolano anunció que llevará este caso ante instancias internacionales, con el objetivo de denunciar el hecho como un “crimen internacional grave”. Explicaron que no permitirán que ningún país extranjero se apropie de bienes que consideran patrimonio legítimo del pueblo venezolano.
En su mensaje final, Caracas enfatizó que defenderá su soberanía y recursos naturales con todas las herramientas jurídicas y diplomáticas disponibles. El comunicado concluye recordando que, por mandato histórico y constitucional, los bienes energéticos pertenecen al pueblo venezolano y no pueden ser objeto de despojo por parte de potencias extranjeras.

