El Gobierno Nacional confirmó la puesta en marcha de la reducción definitiva de la jornada laboral semanal en Colombia, que pasará de 48 a 42 horas, una medida que entrará en vigor a partir del 15 de julio del próximo año. Con esta decisión, el país completa el cronograma de implementación diseñado para disminuir progresivamente el tiempo de trabajo sin afectar la remuneración de los empleados.
Según lo informado por el Ministerio de Trabajo, la reducción no implicará disminución salarial ni modificación de los derechos adquiridos. Las empresas deberán ajustar turnos, calendarios internos y esquemas de rotación para cumplir con el nuevo límite máximo semanal, manteniendo la continuidad operativa sin aumentar la carga laboral informal.
El Gobierno destacó que esta medida busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, favorecer el equilibrio entre tiempo laboral y personal y promover ambientes laborales más saludables. “El país avanza hacia modelos de trabajo más modernos, que reconozcan la productividad sin sacrificar bienestar”, señaló la cartera laboral en el anuncio oficial.
En sectores con operaciones continuas o turnos especiales, las compañías tendrán margen para reorganizar horarios siempre que respeten el tope de 42 horas. Mientras tanto, organizaciones sindicales celebraron la decisión como un avance histórico en materia de derechos laborales, mientras que algunos gremios empresariales pidieron acompañamiento técnico para facilitar la transición.
Con la nueva jornada semanal, Colombia se alinea con estándares internacionales que priorizan el equilibrio entre productividad y bienestar, consolidando una reforma que venía desarrollándose en etapas y que ahora alcanza su fase final.

