Un grave episodio de violencia se registró el domingo 7 de diciembre en uno de los buses del sistema masivo de transporte de Cali, conocido como MÍO. Según las autoridades, una discusión por un asiento terminó en lo que ha sido calificado como un homicidio: un pasajero resultó herido con arma blanca y falleció poco después en un centro médico.
De acuerdo con el reporte de la Policía Metropolitana de Cali, la presunta agresora —una mujer que fue detenida tras la reacción policial— habría propinado varias puñaladas a la víctima tras una confrontación mientras el bus estaba en movimiento.
Las cámaras de seguridad del vehículo registraron el momento del ataque y los instantes posteriores —la víctima, aunque logró bajar del bus, presentó graves heridas en el pecho y fue trasladada con urgencia al hospital, donde falleció poco después.
Como resultado del operativo, la mujer fue capturada, el arma incautada y las autoridades judiciales han iniciado su judicialización por el delito de homicidio.
El hecho ha reavivado la preocupación por los casos de intolerancia y violencia dentro del transporte público. Para muchos, este nuevo suceso evidencia la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad, control y convivencia en los buses de la ciudad.
Las investigaciones continúan —se espera que en los próximos días la Fiscalía presente los cargos formales y se determinen responsabilidades definitivas.